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Para bien o para mal, Puig necesita a Mónica Oltra

20/11/2021 - 

VALÈNCIA. La guerra fraticida atravesada en la negociación presupuestaria dentro del Botànic, especialmente entre PSPV y Compromís, ha dejado consecuencias. La crítica, a modo de muletilla, de los colaboradores del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, hacia la vicepresidenta del Consell y referente de Compromís, Mónica Oltra, ha terminado calando en cierta medida en el panorama mediático valenciano y, por ende, en una parte de la opinión pública.

Ya sea por esto o por otras cuestiones, los últimos sondeos evidencian una caída de Compromís. Un descenso que no viene acompañado de una subida meteórica del PSVP-PSOE: o lo que es lo mismo, una oportunidad de oro para que el PPCV liderado por Carlos Mazón pudiera conformar una mayoría con Vox y, si lograra pasar el corte, también con Ciudadanos.

Así lo indica la encuesta elaborada por GAD3 publicada por El Español y probablemente encargada por Ciudadanos, que apunta a la posibilidad de que Compromís se quede en 12-13 escaños (tenía 17), algo que podría ser compensado por el ascenso de los socialistas hasta los 32 diputados (tenía 27). Sin embargo, la caída de Unides Podem hasta el límite de la barrera electoral (sólo cinco escaños) impediría alcanzar la mayoría absoluta y, por tanto, renovar el Govern del Botànic.

En la otra orilla, el PP cosecharía 30-31 escaños, mientras que Ciudadanos superaría por poco la barrera electoral (5,9%) consiguiendo cinco escaños y Vox lograría 15 diputados. Un resultado conjunto que les haría alcanzarla mayoría absoluta situada en Les Corts en 50 actas.


Al margen de estos sondeos, encargados obviamente por las fuerzas conservadoras, los cálculos tampoco terminan de salir limpios en el Palau de la Generalitat. No en balde en los últimos días existe un cambio de registro por parte de los más estrechos colaboradores del president hacia la figura de Oltra.

El tono se ha rebajado notablemente y algunos altos cargos asumen en privado, que se debe reformular el discurso beligerante hacia los socios en el Ejecutivo. Es decir, los votos que puede perder Compromís no caen directamente a la bolsa socialista, por lo que la batalla dentro de la izquierda provoca un descenso de apoyo a Compromís que no rentabiliza el PSPV de Puig. O lo que es lo mismo, el beneficio parece recaer en la derecha.

Con este escenario, distintas fuentes aseguran que el cambio de estrategia en el Palau de la Generalitat se dirige ahora a normalizar las relaciones y tratar de que pasar a una etapa de estabilidad sin ataques ni intentos de invadir el espacio de los socios situados más a la izquierda de los socialistas, dado que los frutos en las urnas serían más que discutibles.

Más aún, otra de las quejas recurrentes desde la vicespresidenta que lidera Oltra son determinados bloqueos desde la Conselleria de Hacienda dirigida por el socialista Vicent Soler, una de las circunstancias que han esgrimido desde Compromís a la hora de exponer algunos problemas para agilizar la gestión. En este sentido, esta podría ser otra de las claves para constatar, al menos así lo consideran desde la coalición valencianista, que existe un cambio de dinámica en la relación entre los socios.

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