BRUSELAS. Cada día 13 del mes, los misiles balísticos cruzaban el Paralelo 38 surcando el cielo. Ya se había convertido en una costumbre, en aquélla primavera del Año III d.C. -después de la Covid-. El gobierno de Corea del Norte seguía con sus entrenamientos mientras el de Corea del Sur dudaba en enviar armas a Ucrania, presionado por su amigo al otro lado del Pacífico.
El Paralelo 38ºN fue establecido como el límite entre las zonas de ocupación soviética (norte) y estadounidense (sur), tras la rendición Japón en 1945, dando fin a la II Guerra Mundial del siglo XX a.C. -antes de la Covid-. El paralelo dividió a la península de Corea aproximadamente a la mitad y, en 1948, la línea se convirtió en la frontera entre las dos recién creadas naciones, Corea del Norte y Corea del Sur.
La filtración de documentos de guerra de las fuerzas aliadas contra Alemania, perdón, contra Rusia, había revelado una conversación de alta seguridad. La BBC publicaba parte de esa información tan relevante del Pentágono, pese a que fuentes de inteligencia aliada no daban absoluta credibilidad a esos datos y daban a entender que ocultaban una maniobra de desinformación.
Uno de los documentos filtrados a la BBC revelaban una “conversación entre funcionarios surcoreanos de alto nivel sobre si vender armas que podrían usarse en Ucrania”. La interceptación entren dos de los asesores principales del presidente Yoon Suk Yeol desvelaba la división existente en el Ejecutivo surcoreano, ante la "presión de Estados Unidos para enviar municiones a Ucrania y su política de no armar a los países en guerra”. Uno de los asesores sugería enviar las armas a Polonia para evitar una imagen de rendición a los Estados Unidos, ante los ojos del mundo y de China, tan cerca…
Todo había comenzado meses atrás, con la visita del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al presidente de la República de Corea, Yoon Suk Yeol. Los dos líderes discutieron los desafíos de seguridad comunes y cómo fortalecer la asociación de la Alianza con Seúl. Ambos estuvieron de acuerdo en la "necesidad de mantener la presión sobre Corea del Norte para que abandone sus imprudentes actividades nucleares y de misiles”. Y también discutieron “la importancia del apoyo a la legítima defensa de Ucrania”. Stoltenberg hizo hincapié en que “lo que sucede en Europa es importante para el Indo-Pacífico, y lo que sucede en Asia es importante para la OTAN”.
Por eso, poco después, el Secretario General de la OTAN dio la bienvenida al Ministro de Relaciones Exteriores japonés, Yoshimasa Hayashi, en la sede de la OTAN. "Ningún otro socio está más cerca y es más capaz que Japón", dijo, acogiendo con satisfacción la asociación de Japón con la OTAN. Stoltenberg volvió a recordar que la seguridad es global y que “lo que sucede en Europa importa para Asia”.
Las espadas estaban en alto. En marzo, la Unión Europea (UE) condenaba enérgicamente el lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de la República Popular Democrática de Corea (RPDC). La misma declaración se repitió en abril cuando el gobierno de Kim Jong-un volvió a lanzar un nuevo tipo de misil balístico de largo alcance que sobrevoló Corea del Sur y Japón: “Las repetidas manifestaciones de la RPDC sobre su intención de seguir desarrollando los medios para entrenar armas de destrucción masiva amenazan la paz y la seguridad internacionales” y "aumentan imprudentemente las tensiones militares en la región” del Indo-Pacífico.
-Lo que pasó, David, es que la UE expresó su plena solidaridad con la República de Corea y Japón, estableciendo un paralelo imaginario entre Oriente y Occidente, que amplió la brecha previa al advenimiento de LaRed. Por cierto, ¿cómo te va con tu chatbot? Desde que tienes pareja digital ya no me llamas, ni por el off-chip.
-Lo siento Laura, es que es más cómodo así. No me reprocha nada y siempre está cuando la necesito. Pero no es lo que parece, cariño. Además, con Xiaolce nunca hará falta cruzar ningún paralelo…