ALGUNES NOTES SOBRE ART CONTEMPORANI  

Paula Miralles: la separación entre voz y sujeto, entre voz y lenguaje

13/11/2021 - 

VALÈNCIA. “Azala significa piel en euskera, una membrana permeable que permite al organismo mantener íntegras sus estructuras al tiempo que comunicarse con el entorno. Azala también significa superficie, aquello que hace referencia a la extensión de un territorio”. Azala está en Lasierra, un pueblo de 12 habitantes de Álava, Ribera Alta, cuadrilla de Añana. Azala es también una residencia en la que se invita a artistas y creadoras a tener un espacio de reflexión y producción. “Cuando hay viento sur, se oye Miranda de Ebro”. Hace pocos días que Paula y Vicente, integrantes de Taller Placer, llegaron a Azala. Durante estos días han leído, escrito, divagado y han abierto algunos procesos. 

(Son las 20:30h. Suena el tono de Skype. Una mesa, un ordenador y Paula Miralles. Vicente Arlandis sale de escena por las bambalinas del lado derecho).

Voz 1 (en off): ¿Cómo empiezas tus proyectos?

Paula Miralles: “Me cuesta mucho empezar los proyectos porque me cuesta mucho encontrar las preguntas concretas o adecuadas. Seguir mi pensamiento desorganizado me genera mucha incertidumbre. ¿Cómo empiezo a pensar algo? Pues normalmente suelo tirar del hilo de los restos o preguntas no resueltas de proyectos anteriores. De los proyectos anteriores siempre se me queda algo en la recámara que me hace pensar, que me gustaría profundizar sobre esa cosa. A partir de ahí intento leer, sin embargo, me resulta difícil encontrar las lecturas adecuadas”. 

Voz 1 (en off): ¿Es un proceso que haces sola?

Paula Miralles: “Me ayudan bastante las conversaciones que tengo con Vicente en relación a textos que hemos leído o las prácticas de otros artistas. Me interesan estas conversaciones por los pálpitos y referencias que me pueden dar para empezar a aterrizar pequeños ejercicios o pruebas que voy desarrollando sobre un tema. Por otro lado, apunto ideas o reflexiones que voy encontrando en textos que escribo. Intento hacer match entre esas dos cosas, entre pequeñas prácticas que voy haciendo e ideas que me vienen a la cabeza”. 

Voz 1 (en off): Me parecía bonito eso que decías sobre los restos que se quedan de anteriores proyectos.

Paula Miralles (se rasca la cabeza): “Yo en realidad vengo desde el mundo de la interpretación. He estado trabajando mucho tiempo como actriz, de hecho es la práctica a la que más tiempo he dedicado en mi vida. En cierto momento decidí dar un giro y encarar mi carrera hacia la creación. En un primer estadio empecé a trabajar el sonido junto a David Alarcón, que viene de la música. Ahí empecé a hacer pruebas con él, con ensembles, con un rollo más musical al que le añadíamos poesía y otros instrumentos. En ese momento descubrí que lo que a mí me interesaba era trabajar la voz y lo vocal. Una voz desvinculada de un lenguaje discursivo o narrativo que hablase a través de un texto”.

Voz 1 (en off): ¿Y a partir de ahí decides que tu tema es la voz?

Paula Miralles (onomatopeya de duda) : “Más bien, la voz en sí como materia y material. Siempre pensé desde ese lugar mis proyectos. Me interesa plantear la relación entre la voz y el lenguaje. Siempre he sentido que el lenguaje había capturado mi voz y no mis palabras, sino las palabras que otros escribían para mí”.

Voz 1 (en off): ¿Cómo has ido trabajando todo esto en tus piezas?

Paula Miralles: “No tengo muchas piezas. En realidad, solo tengo dos y una serie de tanteos. Aunque en el fondo me parece que solo tengo una pieza y que una es la evolución de la otra. Son diferentes estados de pensamiento en los que me voy pensando desde mi voz. Cada vez esa voz está más desvinculada del sujeto, o yo quiero que se desvincule más. Me interesa trabajar la separación entre voz y sujeto, entre voz y lenguaje. Voy buscando diferentes formas o diferentes lógicas en las que el lenguaje se relaciona con la voz”. 

Voz 1 (en off): seguro que hay algo más…

Paula Miralles: “Una de las cosas que más placer me ha dado siempre es hablar. El lenguaje y la palabra me producen placer. Hablar me produce placer. Hay una fascinación por lo vocal, me siento muy atraída por la materialidad de las palabras, del lenguaje: pronunciarlo, decirlo, regodearme en él. La sonoridad de la lengua me genera placer. Una de las cosas que más me interesaba de ser actriz era sentirme capturada por el lenguaje, por un lenguaje que no era mío. Poner en mí un texto que a priori no tiene voz, que está escrito en un papel pero que no suena. Esa doble visión del lenguaje que por un lado es partitura muda cuando está en el papel y que luego se pone en carne, me gusta”.

Voz 1 (en off): ¿y cómo sentías ese estar capturada por el lenguaje?

Paula Miralles: “A veces siento que me cuesta explicarme o que me cuesta expresar lo que siento o lo que quiero decir. Sin embargo, cuando interpreto o leo las palabras de otro, se genera una transformación que solo me parece muy bonita.

Voz 1 (en off): te quería preguntar si ese placer venía por resolver una falta de materialidad que tiene el texto, es decir ponerle carne a un elemento abstracto. O más bien, interpretar un texto te da otro tipo lectura con más matices.

Paula Miralles: “Sí, me interesa esa capacidad de coger un texto y poder volver a él que te da la interpretación. Poder profundizar en texto y matizarlo de tal manera, hasta el punto que se pueda llegar a decir lo contrario a lo que está escrito. Esa posibilidad de poder llegar más lejos en esa dimensión del lenguaje, que va más allá de lo que solamente está escrito en la grafía, al ponerlo en carne, me produce placer”. 

Voz 1 (en off): ¿y todo esto a que te lleva?

Paula Miralles: A probar con el lenguaje desde otros lugares. Poco a poco empecé a darme cuenta que solo con la voz, sin utilizar texto (lenguaje), me permitía trabajar con su materialidad. Lenguaje y voz son un binomio casi indisociable. Sin embargo, siento que la voz está muy constreñida por el lenguaje o por la forma que tenemos de hablar. Y es aquí, en esta separación donde se revelan toda una serie de elementos como la acústica, lo sonoro, volúmenes, con los acentos o velocidades. Referencias desde las que partir y que si estirásemos tal vez nos llevarían al campo de lo sonoro. 

(Se apaga la pantalla del ordenador, fundido a negro, silencio).

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