A MI MODO DE VER / OPINIÓN

Pedir y exigir responsabilidades

7/02/2024 - 

He de confesar a mis posibles lectores que juzgo que el acontecer del día a día sigue girando en torno a un centro: las maniobras y pactos que requiere la consolidación del poder ejecutivo por y para quien ya lo detenta. Entretanto los intereses de los ciudadanos se hunden con dolor en las carencias sanitarias que ellos, sus hijas o sus nietos han de padecer hasta resultar dañada su dignidad. Eso sí, han de padecer esas carencias mientras aún hay quien se considera con motivos para lanzar carcajadas propias de un  histrión. Las políticas sociales se ven enfangadas por el modo de hacer del sr. presidente.

En realidad, la forma en la que estamos siendo gobernados nos predispone a padecer lo que sea y a escuchar la noticia de una decisión gubernamental y su negación en cuestión de horas.  Y a este descarado proceder, que se da día sí y día no, se le pretende conferir la categoría de progresista aunque nos topemos con declaraciones del sr. ministro de Justicia que hoy nos anuncia una decisión como imprescindible para ser merecedores de las decenas de miles de millones de euros que Europa nos ha de transferir y a escasas horas o días, sin mudar el gesto, otorga a la decisión anunciada la categoría de simple bagatela que puede ser entregada a un partido que desea configurar la estructura de su población emigrante retomando uno de los “pensamientos” de Heribert Barrera:“la inmigración es la principal amenaza de Cataluña”.

El refuerzo de esa política que hace del afirmar y el desdecirse algo cotidiano, siempre encuentra una cadena, emisora o prensa en la que la sra. ministra de Hacienda, complaciente en exceso, refuerza al sr. ministro de Justicia; tarea que siempre viene complementada por quien se dice que es la sra. ministra de Educación y que creo que solo ha llegado a ser  una mediocre portavoz de gobierno. Claro que a denunciar esta situación veo que el  recién estrenado Secretario de Estado de Política Territorial, sr. España, le otorga en el diario Levante-EMV (14/01) la forma de “burbuja de agresividad y mentiras” creada por la derecha. Sr. España, postular esta reducción no va incluido en su sueldo, solo en un argumentario menesteroso y que no está obligado a repetir por escaso que sea el margen de libertad que le otorguen y que Ud. se autoconceda. Ud. como otros han olvidado que hay que convencer y no que recurrir a la descalificación del que da cuenta de hechos que todos los ciudadanos constatan a diario.

Y esta forma de gestionar nuestro día a día dicen que es fruto del diálogo; “Todo lo que hacemos es con diálogo”. Y al decirlo y reiterarlo en todo momento y lugar, ya  está logrando el sr. presidente pervertir otro importante término! No es diálogo lo que practica el ejecutivo  porque no  hay cotejo de razones en un clima  de libertad en el que surgen con entera libertad las preguntas formuladas por cualquiera de los participantes en el análisis y porque las decisiones ganadas en ese desfigurado diálogo sólo parece orientarse en una dirección: garantizar la máxima fidelidad de los controlados o nominados por el sr. presidente que, dicho sea de paso, actúa sin recato para lograr este fin a todos los niveles del partido. Pronto tendremos el ejemplo en la Comunidad Valenciana si no llegan a imponerse quienes han configurado el día a día del partido desde hace años y en las peores circunstancias.  ¿El sr. presidente no ha tenido bastante con lo sucedido en Sumar al acentuar la figura de la lideresa y cerrar el diálogo con parte de su plataforma electoral? ¿Tiene que ungir a quien debe liderar el PSPV?

Comprendan mis lectores que la desorientación esté arraigando en mí. Y no solo por las razones expuestas. Otras podrían ser aportadas, como, por ejemplo, la proliferación de lo que los seguidores del “president Puigdemont” han dado en llamar “decretos macedonia”. La razón es clara: por sí mismos los decretos ley están empobreciendo la vida parlamentaria hasta extremos verdaderamente insospechados. sr. España no me diga que contrargumentar en estos términos es crear una “burbuja de agresividad y mentiras” cuando todos hemos visto que ha bastado un despacho o dos, dos o cuatro interlocutores, dos teléfonos y un presidente para crear las condiciones apetecidas por el sr. presidente. Y no en temas banales. El espectáculo de la sesión parlamentaria celebrada el pasado miércoles ha lindado con la parodia del parlamentarismo. Y, eso sí, ¡al concluir la sesión se autoaplauden!, algo ha quedado claro: no sobra la vida parlamentaria, sino quienes niegan la vida parlamentaria no respondiendo a las preguntas que les han sido formuladas por alguien sentado en Las Cortes.

Esta forma de proceder es trágica cuando se adoptan decisiones como la de acordar una trasferencia “integra” de la emigración que aún no ha logrado caracterizar el Sr. Presidente si nos atenemos a la entrevista publicada por El País. En casos como este es preciso hacer una llamada de atención al ciudadano: un acuerdo de este tipo  solo puede gestarse en esos despachos y por esos interlocutores cuando se otorga un nivel de interés, atención y sensibilidad ente el tema como el mostrado por el sr. presidente. 

Para que entiendan lo que quiero decir basta recordar que en la misma semana que la conferencia de la OTAN se desplegaba en Madrid garantizando a cada participante una seguridad nunca vista al salir de sus hoteles o embajadas, se mantenía desprotegida la frontera de Melilla y, por ello, tuvimos que presenciar cuando “desde fuera” nos lo mostraron, cómo fueron tratados los cuerpos de los muertos en el intento de acceder al territorio de España. Aquello nunca se revisó, nunca se analizó si se otorgó la protección debida a nuestra frontera en aquellas circunstancias que anunciaban una bajada del Gurugú. El PSOE tiene una deuda con cuantos le votaron y no guardan en su billetero el carnet del PSOE: pedir y exigir responsabilidades. 

Quienes en verdad no tengan intereses en el PSOE y, siendo miembros de base del PSOE, consideren que la sociedad precisa del PSOE, tanto más cuanto mayores sean los conflictos que anidan en la sociedad, deberían tomarse en serio dar una respuesta a esta forma de proceder de un ejecutivo que genera desorientación e incertidumbre entre los ciudadanos.