CASTELLÓ. El tiempo en el que Pedro Quiralte estuvo como alumno de Renata Scotto, en la Academia Nacional de Santa Cecilia, lo recuerda como "una masterclass constante". El castellonense pudo formarse durante cuatro años, de hecho, junto a una de las voces más importantes de la lírica italiana. Scotoo, que falleció en agosto del año pasado, está considerada como la última diva italiana y es que no son pocos los hitos que alcanzó. La soprano, que creció marcada por la Segunda Guerra Mundial, empezó su trayectoria en 1952 en el papel de Violetta en La Traviata, aunque tuvo su gran bautismo el día que sustituyó a Maria Callas en una función de La sonámbula. Tras ello, pasó por los principales escenarios operísticos del mundo, como la Metropolitan de Nueva York, la Royal Opera House de Londres o el Bolshoi de Moscú. Cinco décadas de música de las que también se recuerda su trabajo en Madama Butterfly, así como su poderío vocal y dramático y su generosidad a la hora de dirigir y enseñar.
"Cantar para Renata era cantar al máximo nivel de exigencia. No cantabas simplemente en una clase, cantabas ante la historia de la ópera. Como artista no tengo categoría para definirla, era otro mundo. Esa manera de entender la ópera cuesta mucho de encontrar. Era absoluto perfeccionismo, tanto en partes más técnicas como la afinación, como en el repertorio", afirma Quiralte, quien ahora le devolverá todo lo recibido en un especial homenaje ofrecido por antiguos alumnos en Savona, su ciudad natal.
En conmemoración al noventa aniversario de su nacimiento, el próximo 24 de febrero, la localidad italiana ha organizado un concierto lírico-sinfónico que se convertirá, además, en el primer acto dedicado a la artista desde su fallecimiento. Un acto además muy emotivo, ya que estará protagonizado por antiguos alumnos suyos. Un grupo con decenas de músicos procedentes de todo el mundo, del que el castellonense forma parte.
Cuenta Pedro Quiralte que cuando recibió la llamada para participar en el proyecto se emocionó mucho. Pese a que fueron únicamente cuatro años, la relación que se creó con Renata fue muy estrecha. Tanto, que el músico recogió en su nombre la medalla de honor que el Gran Teatre del Liceu le otorgó en 2012. "También le hice una paella", recuerda con cariño el castellonense, y añade: "Es un honor poder participar en este concierto y una responsabilidad".
El concierto del próximo 26 de febrero contará con el Coro Del Teatro Dell'Opera Giocosa, bajo la dirección de Ascheri Gianluca, y la Orquesta Sinfónica de Savona, con la dirección de Giovanni di Stefano. Así mismo, por su parte, Quiralte tiene preparados varios fragmentos de ópera que preparó en su momento con la soprano, piezas que van de Rossini a Mozart.
Nacido en Castelló, Quiralte viajó expresamente hasta Roma para hacer las pruebas de acceso a la Academia Nacional de Santa Cecilia atraído precisamente por la idea de compartir aula con la gran cantante lírica. Un aprendizaje que le ha permitido cantar junto a grandes voces del momento, como Javier Camarena, Ewa Podleś, Thomas Hampson, Daniela Barcellona, Sumi Jo o Cecilia Bartoli. Y recorrer escenarios por todo el mundo, pasando por Roma, Madrid, Milán, Zurich, Nueva York, Virginia o Montreal. Una internacionalización que todavía se mantiene. En la actualidad el profesional vive a caballo entre varias ciudades, aunque su principal "sede" es la Plana, y compagina su carrera artística con la enseñanza.