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La Generalitat junto a la UPV, Ávita y Arqueha lanzan un prototipo en madera 

¿Pisos sin terraza? La propuesta valenciana para incorporar a los edificios balcones prefabricados 

12/02/2023 - 

VALÈNCIA. Uno de los problemas en materia de vivienda que puso de manifiesto la pandemia fue la falta de espacio exterior en muchos inmuebles. El duro confinamiento llevó a la mayoría de personas a valorar el contar con una terraza o balcón para poder tomar el aire tras meses de encierro. Tanto es así que la mayoría de nuevas edificaciones incluyen ya este tipo de espacios en los proyectos. Sin embargo, la complicación radica en el parque inmobilario construido, que en muchos casos no ofrece ningún tipo de zona abierta. Por ello, la Generalitat Valenciana ha querido buscar una solución eficiente y sostenible para mejorar el bienestar de la ciudadanía.

Así, la Dirección General de Innovación Ecológica en la Construcción de la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática promovió hace ya un año una licitación de compra pública innovadora para resolver esta probemática. "Se trató de un proceso en el que le preguntamos al tejido empresarial qué se podía hacer para cubrir unas deficiencias que se detectaron en el mercado con el objetivo de mejorar la resiliencia de los hogares y, por tanto, de las personas", explica Nuria Mararredona, directora general de Innovación Ecológica en la Construcción.

A raíz de una encuesta realizada por este departamento tras el covid, se comprobó que una de las principales necesidades de la población era tener un espacio exterior en sus viviendas. Por ello, se lanzó un concurso abierto para explorar soluciones replicables que permitieran resolver esta carencia sobre los  edificios existentes y democratizar así su disponibilidad. Entre los requisitos, se exigían propuestas accesibles y versatiles, que fueran, además, asequibles y no supusieran un daño al medio ambiente, por lo que su huella de carbono debía ser limitada. También, se buscó que contribuyeran a una renaturalización de las ciudades y mejoraran la respuesta bioclimática de las fachadas. 

Y la iniciativa ganadora fue un modelo de balcón prefabricado en madera tratada y de bajo coste con capacidad para una mesa y sillas y de unos tres metros cuadrados de superficie. Además, siguiendo con las directrices del proceso, incorpora vegetación, ofrece medidas pasivas como una mejor regulación térmica, mayor aislamiento y control solar. Los artífices de este prototipo son la Universitat Politècnica de València (UPV), junto al estudio de arquitectura Arqueha, y la empresa Ávita, compañía de construcción industrializada del Grupo Avintia.

Foto: EDUARDO MANZANA

Una solución ya fabricada con un primer prototipo que se podrá montar en aquellos edificios ya construidos y que no disponen de ningún tipo de terraza. Para su colocación en fachada, el sistema que han diseñado consiste en una sujeción en techo y suelo, no en pared, a base de unos sistemas de anclaje, que están a la espera de recibir la patente. "Es un mecanismo para acoplar el balcón al techo y suelo de cada vivienda, pero no a la fachada por lo que es más resistente", detalla José Luis Alapont, profesor de la UPV y encargado del proyecto.

De esta forma, el espacio que se genera es completamente modular y permite a las viviendas disponer de un espacio totalmente habitable, adaptado para ser accesible y que dota al piso de una superficie en el exterior. Además, recientemente se modificó la Ley de Vivivenda de la Comunitat Valenciana de 2004 y la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup), de forma que su incorporación no restará edificabilidad. Eso sí, será cada municipio el que tendrá que adaptar su normativa para la licencia. "El beneficio que aporta es mayor que el perjuicio urbanístico", incide Alapont.

Asimismo, defiende la resistencia de la madera como material elegido para el proyecto. "El hecho de que esté a la intemperie no es un problema. Existen dos soluciones para mantener su resistencia. Por un lado, el revestimiento del material con otros como aplacados o cerámica y, por otro lado, el uso de un tratamiento especial para que resista mejor las condiciones climatológicas y esta es la vía por la que nos hemos decantado nosotros", comenta Alapont. De esta forma, la madera se reviste con un tratamiento especial que lo protege. "Hemos terminado ya los ensayos y estamos a la espera de los resultados finales. En cualquier caso, la posibilidad de revestir la madera con otro material siempre está ahí", señala el profesor de la UPV.

Foto: EDUARDO MANZANA

Otro de los factores fue la necesidad de aligerar el peso. Pese a ello, la estructura del balcón alcanza entre los 400-450 kilogramos, con una resistencia de 200 kilos de peso por metro cuadrado. El prototipo acabado tiene un tamaño medio de cerca de tres metros cuadrados, aunque la idea es que los siguientes balcones sean de mayores dimensiones. "Está pensado para cumplir con la normativa vigente y que pueda ser montado con medios auxiliares sencillos como un elevador de obra", remarca el profesor de la UPV.

Fases del proyecto

Por el momento, el proyecto ha concluido la primera fase de desarrollo que se ha materializado con esta primera estructura a escala real y que responde a las exigencias de la convocatoria en materia de sostenibilidad. "Hemos demostrado que es viable", destaca Alapont. Ahora, el proyecto encara una segunda etapa que pasa por su montaje en un edificio del parque pública de la Generalitat Valenciana para lo que ya se está trabajando con la Entidad Valenciana de Suelo y Vivienda (EVha) para encontrar la mejor ubicación.

Además, en esta nueva etapa se ajustarán y mejorarán cuestiones como el confort y la sostenibilidad de la propuesta, así como la reducción de costes para lograr una solución asequible. También se van a fabricar dos balcones más para poder ser colocados en un inmueble que esté habitado y conocer así la opinión de sus inquilinos. 

"El propósito es favorecer la rehabilitación de vivienda con criterios de biohabitabilidad, apostando por el bienestar y la salud. Para ello, se ha puesto en marcha este proceso de colaboración público-privada que acompaña al tejido innovador en la generación y maduración de una solución que permita mejorar las condiciones de habitabilidad y comportamiento climático de la vivienda existente", destaca Nuria Matarredona.

"Simbiosis perfecta"

A su juicio, esta iniciativa es un ejemplo de la "simbiosis perfecta" del trabajo conjunto entre el tejido empresarial valenciano y la Administración y un caso de éxito de la primera compra innovadora en materia de arquitectura llevada a cabo por la Generalitat Valenciana. "Muchas veces al no tener el empuje público los proyectos no se pueden testar y probar y, por tanto, no trascienden más allá. Esto es un ejemplo de la importancia de trabajar juntos para dar una respuesta bioclimática, pero que también repercute en la salud mental y física de los ciudadanos", resalta la directora general de Innovación Ecológica en la Construcción.

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