Este 9 de mayo celebramos 74 años de la Declaración Schuman, que fue la primera piedra de lo que hoy conocemos como Unión Europea. Por ese motivo, el 9 de mayo celebramos el Día de Europa poniendo en valor la paz, la solidaridad y la convivencia que ha conseguido el mayor proyecto político de la humanidad desde su fundación en 195. En el inicio de esta declaración se especifica cual es el principal propósito de la construcción europea; “La paz mundial no se puede salvaguardar sin hacer esfuerzos creativos proporcionales a los peligros que la amenazan".
Es paradójico, que hoy estemos celebrando el día de Europa y en ningún Estado Miembro de la UE es festivo. Solo tienen festivos el personal que trabaja en las instituciones europeas en Bruselas. Es por eso, que quiero compartir esta reflexión en un día como hoy porque en la UE hay la mala costumbre por parte de los Estados miembros de nacionalizar los éxitos y europeizar los fracasos. Por lo tanto, como ciudadanía europea y a la puerta de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 9 de junio, es importante hacerse varias preguntas para seguir trabajando y mejorando el espacio más democrático del mundo, que es la UE. ¿Como nos sentimos de ciudadanos europeos? ¿Sabemos del impacto que tiene la legislación comunitaria en nuestras vidas?
Ante estas preguntas comparto algunos datos que publican los dos últimos eurobarómetros sobre las elecciones al PE en relación a la calidad democrática y la economía de la UE:
En España el 70% de la ciudadanía tiene intención de ir a votar el 9 de junio; las prioridades para la ciudadanía son la inclusión social, la salud, el empleo y la agricultura, y más del 50% de la ciudadanía considera que son unas elecciones muy importantes.
En la publicación del Flash Eurobarometer sobre el bienestar y la economía en las 273 regiones de la UE el 82% tienen una buena calidad de vida en sus regiones, el 65% aprueba el desarrollo económico de sus territorios y los altos precios de la inflación, el desempleo y la sanidad son los tres principales problemas de la ciudadanía en todas las regiones de la UE.
En el último informe de evaluación intermedia del Plan de Recuperación, que es el principal instrumento del fondo extraordinario, se publica que el impacto de las medidas en la economía y el empleo se ha recuperado en un 6%. Además, los Estados miembros han recibido en la actualidad 225.000 millones de euros del mecanismo de recuperación y 67.000 millones de euros de prefinanciación para los efectos inmediatos del covid 19.
Ante estos datos, podemos afirmar que, si La UE no existiera, la tendríamos que crear. En España, hace ya 38 años que entramos a formar parte, y el sentimiento de la ciudadanía española es del 81% de pertenencia a la UE. Es impensable imaginar qué haríamos sin ser parte de la UE. Porque se está demostrando que a cada crisis que afrontamos salimos más fuertes y cohesionados aunque, por desgracia, no avanzamos en establecer el marco de europeizar los debates.
Entender que la UE es más que un mercado es fundamental para seguir trabajando por la cohesión social y territorial. La UE es la puesta en común de ideas, acciones, proyectos e inversiones en un largo plazo y con un beneficio colectivo para avanzar todos juntos. Nuestras generaciones, han nacido con la Europa de la solidaridad, la diversidad y la libertad. Hemos crecido en la igualdad de oportunidades como nuestro mayor logro, aprendiendo idiomas, estudiando y trabajado en cualquier país de la UE o del mundo, cooperando en la globalización. Todo ello gracias a nuestros abuelos y abuelas, que fueron los que empezaron la construcción del proyecto europeo, que cada día cuenta con unos retos y desafíos más grandes.
Por todo esto, sigamos construyendo los caminos y los puentes que Europa necesita. En la próxima legislatura tenemos como reto impulsar ese trabajo en cooperación, proyectar y fortalecer el concepto de ciudadanía europea. Celebremos el 9 de mayo con la convicción, que la UE es el mejor proyecto de paz, solidaridad, convivencia y prosperidad que hay en el mundo.
Carles Arques Aliaga es presidente de la Unión Valenciana de Federalistas Europeos en la Comunitat Valenciana (UVEF-CV) y secretario general comarcal del PSPV en la Ribera Alta