tribuna libre / OPINIÓN

Prevención de incendios en los edificios

Foto: KIKE TABERNER
14/03/2024 - 

El reciente trágico suceso del incendio del bloque de viviendas de Valencia ha puesto en el foco aspectos tan importantes como la seguridad y la idoneidad de los materiales de construcción que se emplean en múltiples edificaciones. Lamentablemente, estos debates suelen abordarse cuando se ha producido un episodio que nos lleva a reflexionar sobre la situación de las normas de prevención y control, preguntándonos, como es lógico, si se ha gestionado de la mejor manera.

Si bien es cierto que estos episodios noticiosos son a menudo, para bien o para mal, un impulso para los legisladores, también lo es que las reacciones difieren de un país a otro. Un buen ejemplo de ello es el caso de Inglaterra y el incendio de la Torre Grenfell, un rascacielos de 24 plantas situado en el distrito londinense de North Kensington, que en la noche del 14 de junio de 2017, provocó la muerte de 72 personas y 74 heridos, una veintena de ellas de gravedad. El siniestro llevó al país a revisar su normativa de prevención de incendios de forma oportuna y sistemática con una investigación pública del suceso y una actualización de la legislación inglesa que se ha convertido actualmente en un punto de referencia para otros países.

A pesar de los grandes accidentes ocurridos en los últimos tiempos en toda Europa es significativo que siga faltando, tanto a nivel europeo como en el Código de Edificación español, una normativa que contemple el uso exclusivo de materiales incombustibles para los edificios de alto riesgo. De hecho, a día de hoy, aislantes como el poliestireno o el poliuretano se siguen utilizando en construcciones. Esta situación, en cambio, se ha solucionado en Reino Unido, que ahora exige, por ejemplo, la sustitución de los revestimientos inseguros en los edificios de 18 metros, ya que supone un aspecto fundamental para favorecer o frenar la posible propagación de un incendio, lo que también ha llevado a realizar un análisis exhaustivo de los edificios (viviendas, pero también escuelas y hospitales) de todo el país para saber en qué casos se han utilizado materiales no ignífugos, empezando una vez más por los revestimientos y aislamientos.

Pero la cuestión básica que hay que resolver hoy es si existen otras herramientas que puedan utilizarse previamente antes y ya en la fase de construcción para prevenir y controlar los riesgos, facilitando el mantenimiento de los sistemas contra incendios y los controles por parte de los responsables de seguridad.

Un elemento relevante es la necesidad de endurecer la legislación en materia de controles más estrictos y con una mayor y más sencilla trazabilidad. Para ello, el uso de la tecnología digital es un elemento que allana este proceso, haciendo que las empresas puedan demostrar claramente que han cumplido con la normativa y que han llevado a cabo controles de calidad y seguridad estrictos.

Inglaterra también es un referente importante en este sentido. Las empresas británicas han invertido en la transformación digital del sector, mejorando, en primer lugar, la actuación de los ingenieros de protección contraincendios que, ya en la fase de construcción, pueden informar de cualquier problema directamente sobre los planos, acompañados de todo tipo de contenidos multimedia que les permiten tener, de un vistazo, una visión completa del historial de actividades.

La tecnología puede, por tanto, hacer que los procesos de control habituales durante la vida de un edificio sean más rápidos, trazables y eficaces, permitiendo, por ejemplo, comprobar las fechas de caducidad de los extintores o notificar personalmente una avería.

Álvaro Vega es director regional de PlanRadar en España

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