Carlos Bernabé y Txema Guijarro. Foto: VPVALÈNCIA. Compromís y Sumar cerraron la semana pasada el acuerdo para acudir de la mano a las elecciones generales del 23 de julio. Un pacto que permitiría a los primeros mantener su marca en la papeleta, a los segundos imprimir la cara de Yolanda Díaz en las mismas, y distribuirse los puestos en las listas al Congreso y al Senado de forma alterna.
El reparto acordado dejaba en manos de Compromís la designación de los dos primeros puestos por Valencia, el 2 y 4 por Alicante, y el 2 por Castellón, además del primero por esta circunscripción, que sería una persona de consenso acordada con la plataforma de Díaz. A Sumar, por su parte, le correspondería nombrar al cabeza de lista por la provincia de Alicante y también el 3, además del tercero por Valencia.
Sin embargo, los nombres que ya se han puesto sobre la mesa parece que no terminan de convencer del todo a los valencianistas. Tanto, que hasta se han movilizado para evitar que la plataforma acabe imponiendo a Txema Guijarro -ex de Podemos y en su día muy próximo a Pablo Iglesias- como cabeza de lista por Alicante. Guijarro, cabe señalar, es madrileño de nacimiento y no tiene vinculación alguna con la Comunitat Valenciana, por lo que se le considera un "cunero". Es decir, un candidato que se presenta por una circunscripción de la que no procede y con la que tiene poco o ningún vínculo.
Ya lo fue en las elecciones generales de 2016, cuando ocupó el puesto número tres en la lista de Podemos por Alicante sin tener ninguna conexión con esta provincia que desde hace años es la elegida para "colocar" candidatos que no caben en Madrid porque a la capital no le salen las cuentas. Hallar hueco en la lista valenciana para este "paracaidista" entonces fue toda una carambola del partido de Iglesias en la negociación con Compromís y EU en los comicios generales.
De hecho, ocupó el puesto que dejó libre el ex candidato de Podem a la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, por motivos familiares, ya que el candidato de EU, Ricardo Sixto, recuperó para los valencianos el puesto número cinco por Valencia, lugar en el que habían acomodado a Guijarro en las elecciones del 20 de diciembre de 2015 y con el que obtuvo su acta de diputado. El acuerdo de A la Valenciana, no obstante, le retrasaba en 2016 al sexto lugar –considerado un puesto de sufridor– y su entonces partido no quiso prescindir de él, por lo que cuando Dalmau comunicó su baja, no hubo duda. Ahora ya no milita en Podemos, pero Sumar quiere que se mantenga en el Congreso y por eso lo ha recuperado para encabezar la lista de esta circunscripción.
La maniobra no ha caído bien en Compromís, pero tampoco en otras formaciones como Esquerra Unida. Por ello, varios miembros de ambas formaciones, así como ex cargos de Podem, han firmado un manifiesto promoviendo a Carlos Bernabé, el líder de Cambiemos Orihuela y concejal en este municipio desde 2015, para que sea este quien lidere la candidatura y no Guijarro.
"Sumar no nació como una confluencia de siglas, sino que manifestó desde su origen la voluntad de transcender el sistema de partidos e interpela a la ciudadanía con independencia de su identificación o adhesión a los mismos. Desafortunadamente, en la provincia de Alicante los militantes nos hemos acostumbrado a que el candidato de nuestra circunscripción sea decidido en Madrid, como cuota de partidos o moneda de cambio en las negociaciones", reza el documento.
"Estas condiciones dificultan la movilización del voto progresista en un territorio fundamental para el éxito y la consolidación de cualquier proyecto político. Consideramos que ha llegado el momento de que la persona encargada de encabezar la candidatura por Alicante sea una persona que genere ilusión, consenso y motivación, y que encarne el espíritu con el que surgió Sumar", exponen los firmantes para, a continuación, señalar que el Bernabé es un dirigente que genera consenso en esta provincia y debería ser por ello el candidato.
"Su trabajo al frente del grupo municipal ha sido reconocido más allá del ámbito del Ayuntamiento de Orihuela en varias ocasiones gracias a sus indiscutibles habilidades comunicativas y analíticas, su generosidad extraordinaria, su enorme capacidad de trabajo y defensa de la lengua valenciana", concluye el manifiesto.
Una campaña que, por el momento, ya han firmado la concejala en el Ayuntamiento de València, Papi Robles; el exconseller de Educación y diputado autonómico, Vicent Marzà; el exsíndic de Compromís, Fran Ferri; el exdiputado, Josep Nadal; la exsecretaria autonómica de Innovación y portavoz de Compromís en Elx, Marian Campello; o el concejal y portavoz de Iniciativa en Alicante, Rafa Mas, entre otros cargos que tienen los valencianistas a lo largo del territorio.
A ellos también se suman, por ejemplo, la consellera de Participación en funciones, Rosa Pérez; la exdiputada de Unides Podem, Estefanía Blanes; el exdirector general de Emergencia Habitacional, David Vegara; la exdiputada de Podem, Beatriu Gascó; el exdiputado de Podem en la primera legislatura del Botànic, César Jiménez; o el exsíndic de la formación morada en la IX legislatura y exsecretario general de Podem, Antonio Estañ.
