CASTELLÓ. Un matrimonio de Peñíscola proyecta construir un hotel con doce alojamientos diseminados, restaurante y zona 'chill out' en una finca de 13.164 metros cuadrados ubicada en la zona de interior, junto al nudo de comunicaciones que se establece entre el acceso al municipio de la AP-7 y de la N-340. El proyecto se encuentra desde este miércoles en fase de información pública tras la publicación de la solicitud de declaración de interés comunitario para una atribución de uso y aprovechamiento en suelo no urbanizable, relativa a actividad terciaria de hotel con habitaciones diseminadas.
El proyecto, que inicialmente se había presentado como una zona de 'glamping', ha sido reconvertido con la intención de destinarlo finalmente a un hotel con habitaciones diseminadas aunque conservando la misma filosofía de turismo rural y desestacionalizado.
La actuación contempla la construcción de 12 unidades de alojamiento (construcciones modulares de planta baja) de 36 metros cuadrados cada una, sin contar con las zonas de terraza. La superficie ocupada prevista para estos módulos es de 864 metros cuadrados. Asimismo, se prevé una unidad de recepción y restaurante que ocuparía otros 500 metros cuadrados, una zona chill out de algo más de 100 metros cuadrados, así como una zona de vivienda destinada a los gestores y trabajadores del complejo sobre otros 316 metros cuadrados.
La superficie total a ocupar, contando otros servicios como aparcamiento o zona de cultivos, asciende a 5.010 metros cuadrados sobre la finca rural de algo más de 13.000 metros cuadrados propiedad de los impulsores del proyecto. Ana María Albiol, promotora del proyecto junto a su marido, no prevé contar con el visto bueno al hotel antes del próximo verano.
Este concepto de hotel con habitaciones diseminadas se proyecta sobre una zona de suelo no urbanizable común que, según los promotores, "se acoge al cumplimiento de las condiciones señaladas en el PGOU de Peñíscola para este tipo de suelo". En este sentido, sostienen en su proyecto que se trataría de edificaciones aisladas, "armonizando con el ambiente rural y su entorno natural".
Asimismo, el proyecto presentado sostiene que la actividad "se considera de interés para el desarrollo turístico rural, dado que, aunque Peñíscola es un municipio costero, el alcance de las sierras circundantes hasta el mar, potencia la ruralidad de los municipios del entorno y por consiguiente, de la práctica totalidad de la comarca del Baix Maestrat, influyendo la actividad, por tanto, en el desarrollo turístico rural de municipios próximos como Cervera del Maestre o Sant Mateu".
Además, defienden que la actividad "pone en valor el sector turístico de la zona", ofreciendo "una nueva experiencia y fomentando la movilidad de los turistas por las inmediaciones, de forma que se contribuye a dinamizar turísticamente tanto las zonas costeras, como las del interior castellonense (fácilmente accesible desde la ubicación que se plantea)".
"La actividad contribuye a la diversificación dentro del sector de servicios turísticos, ofreciendo nuevas alternativas a las ya conocidas de sol y playa y fomentando otras fórmulas turísticas más extensivas y respetuosas con el medio ambiente", sostiene el proyecto.
Por otro lado, para llevar a cabo esta actuación se solicita al Ayuntamiento de Peñíscola una propuesta de vigencia de uso y aprovechamiento por un un periodo de 30 años (con el canon correspondiente). Una vez cese la actividad, el titular se compromete a demoler las instalaciones y reponer el suelo a su estado original.