“Sé que lo que te envío es duro Ana, sé que la información que encontrarás en la web es dura, sé que nos resulta muy difícil mirar de frente esa cruda y terrible realidad. Pero esa realidad existe y afecta a muchas mujeres.” Hoy hablamos de los trastornos de conductas alimentarias, de los TAC. Trastornos olvidados y que arrastran un gran desconocimiento sobre ellos y que cada día afectan a más personas de las que podemos imaginar quienes denuncian el abandono de las instituciones.
“Mi sobrina falleció y fue un golpe personal tremendo para toda la familia. Este año me he dedicado a acompañar a mis padres y a mi hermana en este difícil tránsito. Ángela, mi sobrina, padeció durante años un trastorno de conducta alimentaria hasta que decidió dejar de sufrir. Con la muerte de Ángela, no acabó sólo su vida, como la de tantas y tantas mujeres víctimas de un TCA. Con ellas se trunca la vida de todos su familiares directos. La enfermedad tiene consecuencias devastadoras en las personas que la padecen y en todo su entorno familiar y afectivo. Hace poco que he podido reunir las fuerzas para empezar a buscar información y datos sobre un problema social de enormes dimensiones pero absolutamente invisible, acallado y estigmatizado. Se trata de un grave problema sobre el que pesa una falta de información absoluta, un desconocimiento profundo y unos estereotipos terribles que añaden más dificultad y dolor a un proceso ya por sí mismo terrible.”
Hace unos días recibida este mail que me rompió el corazón como madre, mujer y periodista que soy. Es el testimonio de Ángeles que, con su permiso, comparto con todas y todos ustedes con motivo del Día internacional de la lucha contra los trastornos de conducta alimentaria (TCA) que tuvo lugar esta semana, el pasado 30 de noviembre. Se trata de testimonios personales y que han vivido en primera persona un drama de este calado y de esta magnitud y son la mejor manera de contar esta realidad. Pero no es el único.
«Mi hija Isabel murió hace doce meses. Durante dos años, peleó contra su enfermedad, anorexia nerviosa. A lo largo de ese tiempo, nos dimos cuenta de la falta de medios y de profesionales en toda el Área de Salud Mental, en especial para menores y adolescentes. Luchamos y recorrimos todos los centros posibles; los públicos, inexistentes, y los privados, desbordados. Listas de espera interminables…Pocos profesionales conocedores de la enfermedad. Muchos de ellos se limitaban a pesar al paciente y a recetar una pastilla tras otra. Isabel ingresó en la unidad de TCA del hospital de La Fe en Valencia, una de las pocas de España, con ¡once camas! Salió muy recuperada, pero, al derivarla a sus terapeutas, ahí empezó el infierno.»
Estos testimonios nos invitan a reflexionar y a poner el foco en la realidad que sufren y ocultan muchas mujeres. Como indica Ángeles. “ sólo uno de cada diez personas que padecen un TCA son hombres. Lo cual nos invita de nuevo a una profunda reflexión sobre nuestra sociedad patriarcal y sobre la presión que los estereotipos erróneos de belleza, propios de esa sociedad, generan mayoritariamente en la población femenina.
Para celebrar el día internacional de la lucha contra los trastornos de conducta alimentaria (TCA) y con el objetivo de visibilizar esa lucha, hoy sábado 2 de diciembre, la plataforma sin animo de lucro llamada “Proyecto Princesas”, ha organizado las II Jornadas por los trastornos de la conducta alimentaria para visibilizar, dar información, prevención y ayudar a personas que sufren un TCA, a sus familiares y allegados y a todas aquellas personas que quieran colaborar en la necesaria labor de reconocimiento y difusión de la existencia del problema. Unas jornadas con las queque también podemos colaborar mediante donaciones.
El proyecto nació de la mano de la fotógrafa Andrea Granados en 2013 con la intención de mostrar la realidad de quienes padecen Trastorno de la Conducta Alimentaria. La labor desempeñada ha ido creciendo a medida que se ha ido tomando conciencia de todo el trabajo de ayuda y divulgación que queda por hacer y las personas que colaboran en Proyecto Princesas lo hacen de manera altruista movidos por la necesidad de visibilizar, brindar ayuda y crear un cambio por los TCA.
Desde Proyecto Princesas, plataforma impulsada por activistas y profesionales de la salud, defienden que este sentimiento de vulnerabilidad que denuncian pacientes y familiares afectados por un TAC se debe a la falta de información, de visibilidad y, por supuesto, de recursos de calidad para una recuperación plena.
Se trata de un proyecto muy especial que os invito a que conozcáis a través de su web. Un portal lleno de información con artículos interesantes y reflexivos sobre la importancia de nuestros cuerpos y cómo los maltratamos o no les damos la importancia que tienen. Y donde la fotografía de Andrea Granados tiene un protagonismo especial. Mediante la fotografía muestran que, cualquier tipo de cuerpo, sea cual sea su fisonomía, sexo o edad, puede padecer Trastorno de la Conducta Alimentaria. De este modo rompen con muchos de los estereotipos instaurados en la sociedad sobre estas patologías.
Como señala Pepa Paredes, psicóloga sanitaria y colaboradora de Proyecto Princesas: «Los TCA son una de las caras visibles de una sociedad que necesita sanar en muchos aspectos: hábitos, creencias, valores, autoconocimiento…
Tomar conciencia de esta realidad no es solo responsabilidad de los profesionales, los afectados o sus familias. Hay una responsabilidad de todas las personas y, desde Proyecto Princesas, van a seguir creando comunidad para que nos sintamos parte activa de ese cambio.
Vuelvo a Ángeles que nos cuenta: “Mi implicación personal en el proyecto, la de mi familia o la de otras familias que han perdido a sus hijas del mismo modo, es una manera de dar sentido a nuestra existencia en un momento en que su partida se lo ha llevado todo por delante, de luchar para que otras niñas tengan acceso a tiempo a los recursos y la información de las que ellas carecieron. Es hacer lo posible para que el desgarro y el vacío que han dejado en nuestras vidas, no lo hayan de padecer otras familias. Es convertir la desolación de su ausencia en una razón para vivir , honrando su memoria, convirtiéndolas en nuestro camino, haciendo que su luz no se extinga y pueda iluminar a otras personas para no repetir su calvario. “
Por su parte, Andrea Granados, fotógrafa y fundadora de Proyecto Princesas, sostiene: «Creemos que es necesario informar de forma adecuada y sacar los TCA de la clandestinidad, para mostrar la verdadera realidad de quienes lo padecen y, así, entender este trastorno. Es vital ofrecer este tipo de espacios no solo a las personas que sufren un TCA y a su entorno. Si queremos trabajar en la prevención de esta enfermedad, se ha de informar a toda la sociedad. Baste recordar que su prevalencia va en aumento y que cada vez aflora a edades más tempranas.»
En la actualidad, en España, hay cerca de 400 000 personas con trastornos de alimentación. En Estados Unidos, la cifra asciende a treinta millones según datos de la NEDA (National Eating Disorder Association). A nivel mundial, se estima que más de setenta millones de personas sufren anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón o cualquier otra modalidad de TCA. Además de las múltiples secuelas físicas, emocionales y conductuales que dejan en los enfermos, se trata del trastorno mental con mayor índice de suicidio.
La semana que viene… más!