CASTELLÓ. (EP). El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha asegurado que el nuevo gobierno que ha salido de la remodelación que ha realizado Pedro Sánchez "da oxígeno a esta situación y en positivo", y ha indicado que respeta la decisión del presidente del Gobierno. Puig se ha manifestado así ante los medios de comunicación tras recibir en audiencia a la rectora de la UJI, Eva Alcón, en la Delegación del Consell en Castellón.
El jefe del Consell ha subrayado que "al final lo importante son las políticas, y los equipos los conforma el presidente del Gobierno, que ha de tener la capacidad de generar su equipo". "Ha decidido que tenga un nuevo impulso, basado en perfiles muy vinculados al municipalismo, lo que compartimos, y con una mirada feminista y un cambio generacional", ha añadido.
Puig cree que son ideas positivas "para afrontar lo que ha de ser una agenda común", es decir, "la superación de la pandemia, la reactivación económica y social y poner las bases a la transformación económica y social del país a partir de los fondos europeos". El 'president' también ha afirmado que no ha tenido oportunidad de hablar todavía con el ya exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, del cual ha resaltado que "es un activo del partido, ha hecho un buen trabajo y ahora se inicia una nueva etapa".
En este sentido, Puig ha destacado el trabajo desarrollado tanto por Ábalos como por los exministros de Ciencia, Pedro Duque, y Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, que -según ha dicho- han tenido una actitud "muy positiva" con el Gobierno valenciano y la Comunitat Valenciana.
"En el caso de Ábalos muy especialmente porque se han desbloqueado algunas cuestiones que estaban pendientes y ahora al menos se ha podido avanzar en el Corredor Mediterráneo, en la gratuidad de la autopista, en otras cuestiones que tienen que ver con la vivienda y la regeneración urbana y con asuntos fundamentales para el territorio", ha concluido.
La magistrada apunta a irregularidades administrativas y al desequilibrio en la distribución del dinero, pero no aprecia ilícito penal