VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lleva varios meses pisando el acelerador con una reivindicación ya clásica del Gobierno valenciano: la reforma del sistema de financiación -caducado en 2013- que perjudica notablemente en el reparto a la Comunitat.
Una remodelación que ni el anterior gobierno del PP ni el actual del PSOE se han atrevido a acometer debido a las diferentes posiciones de cada Comunidad Autónoma (CCAA) respecto a los criterios de distribución, la distintas tensiones que los dos partidos mayoritarios pueden sufrir en los territorios, el necesario consenso en el Congreso y la alta probabilidad de que el debate termine con una aportación estatal extra que actualmente se cifra en unos 16.000 millones de euros.
No obstante, el jefe del Consell ha tejido especialmente en el presente ejercicio una estrategia de alianzas autonómicas que, al menos, están generando el suficiente ruido para que el debate se ponga sobre la mesa en Madrid. Así, su cumbre en Baleares con la también socialista Francina Armengol, se convirtió en su primer apoyo público en esta cuestión, al que le siguió la pasada semana el presidente andaluz, en este caso del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, que comparte esta reivindicación punto por punto con Puig.
De hecho, pese a la insistencia de ambos presidentes en visibilizar una propuesta de mano tendida y de necesario consenso, el acto conjunto hizo saltar las alarmas entre las autonomías de la llamada España vaciada, que a través del presidente de Aragón, Javier Lambán, se opusieron al modelo valenciano-andaluz y anunciaron una cumbre en octubre para fortalecer sus lazos y realizar una reivindicación distinta sobre la financiación autonómica.
Con este escenario previo, llama la atención la jornada en la que participará el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, este jueves. Así, el jefe del Consell tomará parte en el Foro La Toja (que se celebra en Pontevedra), en una mesa titulada 'La financiación de las autonomías: atender a la diversidad y a la cohesión'. Más allá de la temática, que al líder autonómico le viene como anillo al dedo, el interés recae en sus compañeros 'de baile' para este asunto: el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo (PP); el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP); y el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page (PSOE).
O lo que es lo mismo, el presidente valenciano se sentará ante tres de los principales referentes de la España vaciada con el siempre incisivo Feijóo como anfitrión, un encuentro que, más allá del propio morbo de la situación, puede resultar fructífero si se abre alguna vía de entendimiento para la reforma del sistema caducado que la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha comprometido a revisar presentando un documento marco el próximo mes de noviembre.