VALÈNCIA. La pregunta es recurrente. Ha pasado más de un año desde que el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana publicara el concurso-oposición de la Societat Anònima de Mitjans de Comunicació (SAMC), la sociedad donde se incluye el grueso de la plantilla de À Punt. Pero desde entonces no se ha movido nada. La Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) publicó su propuesta de convocatoria un lustro después de que À Punt lleve funcionando mediante la constitución de bolsas temporales de empleo y con una relación de puestos de trabajo (RPT) también criticada. De hecho, ya suman seis años en esta situación.
La oferta pública de empleo publicada contemplaba 143 puestos de periodista y periodista ENG (modalidad en la que se requiere el uso de la cámara), 43 operadores de cámara, cuatro iluminadores y cuatro meteorólogos. Hasta la fecha, À Punt ha iniciado alrededor de 50 procesos, de los que han culminado un 10%, según las fuentes consultadas por este periódico. Unos retrasos sobre los que nadie ofrece una causa clara pero que se deben a que no se han realizado todavía todos los pasos de los trámites necesarios.
Pero este retraso juega en contra de las propias oposiciones. La plantilla de À Punt ya estuvo (por lo pelos) fuera de la convocatoria de estabilización extraordinaria de la Ley Iceta, que establece un máximo de interinidad de tres años antes de que el puesto esté en fraude de ley. Cuando se publicaron las OPEs extraordinarias para la estabilización, UGT ya la recurrió para que afectara a 50 personas en vez de las 6 propuestas por la Generalitat Valenciana. La razón para no incluir el resto fue precisamente que los procesos sí estaban contemplados.
Pero si pasa el tiempo y no se efectúan las pruebas necesarias, las convocatorias pueden caducar. Eso es lo que entienden diferentes fuentes sindicales de À Punt, que piden paralizar los pocos procesos que estén previstos a corto plazo para que la selección de personal se haga mediante un concurso de méritos en vez de mediante un concurso-oposición, lo que priorizaría al personal que ya esté trabajando actualmente en la radiotelevisión pública valenciana. UGT anunció la semana pasada una demanda para reclamar "la nulidad de las convocatorias de oposición y la fijación en el puesto de trabajo que ocupamos" que afectaría tanto a las convocatorias de la SAMC como las de la CVMC.
Según los plazos legales, las oposiciones deberían haberse realizado, como máximo, en 2020. Pero llegado 2024 siguen pendientes. Fuentes de À Punt indican que, por el momento, la convocatoria de publicada el año pasado para casi 200 puestos todavía no está aprobada por el Consell Rector (el órgano directivo de la radiotelevisión). Cuando se haga, tendrán que enviarse a dos direcciones generales de la Generalitat (la de Función Pública y la de Presupuestos) para que den luz verde.
Sin embargo, Alfred Costa, director general de la radiotelevisión, defendió en una entrevista reciente a Valencia Plaza que los plazos son los habituales: “No nos consta que haya ahora mismo ningún problema con ellas. Al ser de gran volumen, requieren de un espacio grande, de la constitución del tribunal, etc. Pero a efectos nuestros no se han paralizado”. Diferentes personas que empezaron a prepararse las pruebas de periodistas y cámaras, cuando salieron en 2023, confiaban en que los exámenes se desarrollaran a mitad de año, y la sensación general es que no hay un horizonte claro con el que empezar a trabajar.
Según la información recabada por este periódico, la mayoría de los procesos selectivos –aparte de las oposiciones mencionadas anteriormente– se encuentran en tramitación, en distintas fases, si bien en la mayor parte de ellos están pendiente de culminar algunos trámites, como son los periodos de alegaciones y la publicación de los listados de admitidos.
Sí es cierto que el espacio podría ser uno de los factores, porque las pruebas que sí se están realizando son las que se pueden llevar a cabo en las mismas instalaciones porque se presentan pocas personas. En este sentido, los sindicatos creen que en unas semanas se podría concretar las pruebas de los puestos de meteorología.
Fuentes de Consell preguntadas por este asunto remarcan que estos procesos de ofertas públicas de empleo se arrastran desde hace años y que son algo heredado de la etapa del Botánic (PSPV, Compromís y Unides Podem), ya que las OPE de la CVMC y de la SMAC fueron publicadas en 2019, 2020 y 2023. "El anterior Gobierno se fue sin finalizar el proceso, por desgana y dejadez", indican.
La CVMC (una OPE) tiene que ejecutar los procesos que están convocados, aunque es normal que se puedan registrar demoras, siempre que estén justificadas. Lo mismo sucede con la SAMC (tres OPE), donde se producen las mismas circunstancias de retrasos en los procesos. En total son unas 410 plazas, 60 de la CVMC y unas 350 de la SAMC. La Generalitat, según ha podido saber Valencia Plaza, ha pedido información ambas entidades sobre la situación de las plantillas.
Mientras todo esto se decide, sobrevuela el temor a que los procesos queden paralizados, máxime cuando el PP parece proclive a abordar más pronto que tarde un cambio de la ley de À Punt. Otros grupos políticos han trasladado al comité de empresa su disposición a este debate. La fusión de las dos sociedades que la componen –la Societat Anònima de Mitjans de Comunicació (SAMC) y la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC)–, en qué se convertiría con una única estructura –si en un ente público–, la figura de los trabajadores, el nuevo contrato programa o las externalizaciones son cuestiones que podrían incluirse en ese cambio de la norma. De hecho, otra de las razones que ponen los sindicatos para paralizar las convocatorias es el hipotético laberinto burocrático que podría suponer cómo integrar a la plantilla ya fija en el ente que se extinga.
El momento más visto fue la bajada de la Senyera con un 20,4% de cuota de pantalla, donde À Punt lideró la audiencia por delante del resto de cadenas.