CASTELLÓ. Castelló y Vilfamés han despedido el Congreso Internacional '¡A los museos! Con todo y con todas'. Un encuentro en el que durante tres días profesionales de distintos ámbitos pusieron todos los sentidos para poner negro sobre blanco algunos de los retos que los museos tienen hoy por delante. Se habló de cómo repensar los museos para acoger la praxis de género, la diversidad y lo contrahegemónico, pero también se expusieron casos que ya han empezado a hacerlo.
El congreso, organizado por la asociación Mujeres en las Artes Visuales (MAV) y el Instituto Universitario de Estudios Feministas y de Género de la UJI con la colaboración del MACVAC, contó con la presencia de artistas como Homa Arkani y directoras de museos como Rosa Castells y Claudia Zaldívar, del MACA de Alicante y del Museo de la Solidaridad Salvador Allende de Santiago de Chile. Un impresionante abanico de actividades, pero desde Castellón Plaza recogeremos únicamente unas pinceladas. La periodista que escribe el artículo pudo asistir a la mesa de comunicaciones donde se habló de sostenibilidad y también de memoria oral. Aquí algunas de las conclusiones.
Contaba Maríangeles Pérez-Martín que lo que le llevó a investigar sobre sostenibilidad fueron precisamente los ataques a obras de arte que empezaron a producirse a finales del año pasado en museos como la National Gallery de Londres o el Prado. "Lejos de ser acciones puntuales de 'locas' que intentaban romper museos, había unas mujeres con mucha formación que sabían que obras atacar. No hay que olvidar que los museos representan el poder e históricamente han sufrido ataques por ello". En este sentido, Maríangeles señaló que activistas como Greta Thunberg han "movilizado a una generación que no había tenido oportunidad de reivindicarse antes".
¿Qué responsabilidad se le otorga al museo en este caso? Como instituciones culturales y educativas, tienen un impacto significativo en el medio ambiente y la sociedad en general. Es importante que, por eso, sean conscientes de su huella de carbono y tomen medidas para reducir su impacto ambiental.
"Un paso sencillo puede ser hacer exposiciones que hablen de esa saturación que viven las ciudades o que reflexionen sobre la naturaleza. In Bloom, de Maite Ortega, fue buen ejemplo de ello. Sabemos qué nos aporta la naturaleza, pero su trabajo se centraba en pensar qué le aportamos nosotros a ella".
Pero más allá de esto, también hace falta repensar la propia estructura del espacio. En este caso, la experta puso por caso el Museo del Mañana de Río de Janeiro, el cual consume un 40% menos de energía, porque su sistema de frío utiliza agua de la bahía de Guanabara. "El aire acondicionado es de los mayores consumos que un museo hace para conservar las obras", incide la profesional. Por otra parte, otro buen ejemplo son los museos verdes de Viena, que además de su eficiencia energética, están llevando acciones más allá. En el tejado del Museum Hundertwasser hay dos colmenas produciendo miel vegetal.
A modo recopilatorio, las claves para la gestión sostenible de un museo serían: reducir el consumo energético, fomentar el comercio justo en sus espacios de comercio, implantar sistemas de gestión ambiental, ser un espacio de producción cultural sostenible, concienciar al público sobre la sostenibilidad y fomentar el reciclaje.
Uno de los principales deberes que tienen los museos, desde hace tiempo. es la de revisar su propia colección, porque es muy probable que no haya casi obras hechas por mujeres. Pero también, deben integrar con mayor frecuencia la obra hecha por mujeres creadoras a sus programas expositivos y a sus proyectos de investigación.
Amaya Muñoz visitó Vilafamés para presentar el proyecto que han impulsado desde el Museu de la Ciutat de Castelló (MUCC): 'Elles habiten la ciutat'. "A menudo, cuando conocemos la historia de un lugar, se nos explican unos hechos relevantes protagonizados por personajes destacados, sucesos y espacios de un gran valor histórico o artístico. Esta es, sin embargo, solo una parte de la historia. La invisibilidad histórica de las mujeres y su exclusión del relato oficial hacen necesaria la utilización del género como instrumento básico para la explicación de la organización y las relaciones sociales", explican desde la organización.
El proyecto se basa, en este sentido, en recopilar los testimonios de mujeres de diferentes edades que viven en Castelló de la Plana, para construir un relato en el que estas se conviertan en sujeto histórico activo. Además de las entrevistas que para lograrlo se han realizado, la iniciativa plantea una serie de encuentros en el Museo de Etnología de Castelló donde poder compartir sus experiencias. Por otra parte, la envergadura del proyecto se debe también a que están creando un catálogo digital formado por los objetos y fotografías que estas mujeres han querido aportar para ayudar a ilustrar su testimonio. Desde una bobina de hilo a las fotos de un concierto o una cena de Navidad.
Y una idea que no se ha materializado todavía pero a sus creadores les encantaría, es la de crear un museo online que reúna la memoria histórica de las mujeres. Nerea Bella García y Juan Pablo Cueva Mateus plantearon la creación de un espacio web que recoja el testimonio de las mujeres, pero desde la cotidianidad. Es decir, "un proyecto que no se centre en el conflicto bélico, porque sobre esa cuestión ya hay muchos, sino en otras realidades". Ha estado Juan Pablo, en su caso, muy interesado en investigar sobre el divorcio y cómo ha ido afectando a las mujeres. La idea no sería pues abordar un periodo concreto- guerra civil, franquismo, transición- sino a partir de la historia contemporánea recopilar el máximo de vivencias posibles.
Por otra parte, su deseo sería que este espacio web no segregue la historia, sino que se integre todo. "La historia de las mujeres no debe ser un apartado más". El planteamiento parte así, de no centrarse tanto