VALÈNCIA. El hidrógeno es considerado la fuente de energía más antigua de nuestros tiempos. Sin sus elementos químicos que contribuyen al buen funcionamiento del sistema solar, nuestro planeta no podría existir. Como motor de propulsión lo utilizamos la primera vez en los años 90 pero es solo ahora que su versión más sostenible podría convertirse en megatendencia. Se calcula que revolucionará el sector de la movilidad y en los sectores industriales servirá como fuente energética limpia de peso. Solo en Europa los pronósticos indican que se podría generar un nuevo mercado por un volumen de 120.000 millones de euros, lo que lo convierte en un asunto de máxima atención para inversores y fabricantes.
En la actualidad, el hidrógeno como fuente energética se encuentra claramente en la cola con respecto a las demás alternativas. No obstante, la Agenda Europea 2030 debería traer un cambio en las preferencias. La política declaró la guerra a las soluciones más contaminantes desde hace un tiempo. En la práctica en cambio, se sigue recurriendo a energías fósiles, debido, entre otros, al déficit en infraestructuras que facilitan generar fuentes menos contaminantes. Con respecto al hidrógeno verde como alternativa, los retos no solo son de infraestructura sino también el todavía elevado coste de generación. Así, las condiciones para su producción siguen siendo poco oportunas para los fabricantes.
La Unión Europea es consciente y se propone a invertir en la mejora de estructuras para expandir la producción de esta alternativa a niveles similares de la eólica o de la solar. En concreto, busca promover el hidrógeno verde que se obtiene desde generadores naturales como las mareas, el viento y la radiación solar. Para los inversores es por lo tanto interesante analizar las empresas cotizadas relacionadas al comercio o la producción de la versión de hidrógeno más respetuosa con el medioambiente.
Solo el tiempo dirá si estamos hablando de un caso de éxito con dotes de convertirse en una megatendencia. Si se demuestra que puede ser sustituto poderoso en el avance hacia una transición energética sostenible, tendrá mucho ganado. Lo que sabemos es que no es substancia toxica y que se puede emplear como combustible directo o para el almacenamiento energético. Aunque los expertos indican que la propulsión eléctrica por hidrógeno se encuentra todavía en su fase inicial, puede traer múltiples ventajas para el transporte por vías o carreteras de mercancía muy pesada.
Tampoco existen muchas cotizadas dedicadas a la producción respectivo tecnología del hidrógeno. Esta situación puede cambiar en los próximos años debido a que cada vez existen más empresas que estudian su entrada en el sector. Por otro lado, están las que podrían plantearse la salida a bolsa por el interés creciente entre la comunidad inversora y de la política. Encontramos a cotizadas del sector con cierto volumen de negociación principalmente en Canadá, Estados Unidos, China y en Europa, en concreto en países escandinavos y en Alemania.
En el comportamiento bursátil de las analizadas más antiguas, llama la atención que todas tuvieron un fuerte auge con el cambio del milenio. Luego este se agotó, pero con el creciente interés en los últimos años vuelven a estar en las listas de observación entre los analistas financieros más prestigiosos. Todas las compañías se deben considerar hoy como apuestas de riesgo, con un comportamiento algo más estable en las europeas y las chinas. Aun así, mientras no se observe un avance 'rompedor', que confirme que la tecnología del hidrógeno es sustituto valido para terminar en poco tiempo con las fuentes contaminantes, serán valores volátiles.
Para los que están convencidos de que se trata de una apuesta clara de futuro, tiene mucho sentido ir haciendo hueco en las carteras de inversión. En mi opinión, no sería tan sorprendente que se cumplan las expectativas aquí comentadas. De ahí que hace tiempo que nosotros estamos lanzando iniciativas de inversión relacionadas a la temática del agua. Cuanto mejor tratemos y cuidemos entre todos a este maravilloso elemento, mayor valor podremos extraer de los tantos beneficios que nos puede aportar.
Christian Dürr es socio director de ETICA Patrimonios EAF