Los candidato a las elecciones autonómicas del 28M. Foto: VP VALÈNCIA. Las redes sociales y la televisión son los principales canales de transmisión de los mensajes electorales en la fase actual de la comunicación política, caracterizada por la adaptación de partidos y candidatos a la lógica de Internet. Los nuevos medios se han convertido en la principal arena de confrontación electoral, algo especialmente relevante teniendo en cuenta que la población confía en que las informaciones de interés le lleguen de manera casi orgánica a través de ellos, sin acción por su parte. En España, según IAB, registran su mayor penetración, de un 94%, en los jóvenes de entre 18 y 24 años, que mayoritariamente votarán por primera vez en unas elecciones autonómicas el próximo 28 de mayo.
¿Cómo han utilizado las redes sociales los candidatos a la presidencia de la Generalitat en lo que llevamos de campaña electoral? Lejos ya de la visión optimista que confiaba en el potencial democratizador de Internet, la mayoría de estudios llevados a cabo en la última década coincide en señalar diversos patrones. Algunos de ellos son:
1) Partidos y candidatos inician, incrementan, reducen y cesan su actividad en las plataformas al mismo ritmo que lo hace la sociedad. La clase política utiliza las redes sociales de manera eminentemente unidireccional, con una interacción limitada a miembros de sus propios espacios partidistas, para reforzar sus mensajes, o a medios de comunicación y líderes de opinión, conscientes de su influencia en el espacio público.
2) La etapa inicial del uso partidista de cada red social supone un momento de igualación, en el que actores políticos no mayoritarios aprovechan las posibilidades de la nueva herramienta para obtener en ella un impacto mayor al que disfrutan en la comunicación tradicional. La posterior etapa de consolidación supone, en cambio, una normalización, pues los actores mayoritarios acaban consiguiendo una relevancia similar a la que ocupan en la sociedad.
3) Partidos y candidatos emplean las redes en campaña para difundir sus propuestas y movilizar a su electorado, aunque los más alejados de la centralidad las aprovechan para polarizar. La negatividad es una característica básica del estilo comunicativo populista, entre cuyas estrategias destacan el antielitismo, la reivindicación de la soberanía nacional, la apelación a la patria y el señalamiento del diferente.
4) Los activismos digitales de izquierdas suelen recurrir a la promoción a través de Internet de eventos no virtuales, así como al hashtivismo en redes sociales de amplia penetración. Los de derecha y extrema derecha recurren de manera habitual a la desinformación, convenientemente difundida primero en ecosistemas mediáticos alternativos hasta que logra dar el salto al generalista gracias al apoyo de políticos y líderes de opinión afines; también articulan grupos privados o semiprivados en redes sociales de menor penetración, que funcionan como comunidades de repliegue, reagrupación y agitación.
Dicho todo esto, ¿han seguido los candidatos a la presidencia de la Generalitat las pautas generales observadas? Vayamos por partes y tengamos en cuenta que este análisis se ocupa solo de la primera mitad de la campaña, desde su inicio a las 00:00 del viernes 12 de mayo hasta las 23:59 horas del viernes 19.
El candidato que más ha actualizado sus redes sociales durante la campaña ha sido Héctor Illueca (Unides Podem). Le siguen Joan Baldoví (Compromís), Carlos Mazón (Partido Popular), Mamen Peris (Ciudadanos), Carlos Flores (Vox) y Ximo Puig (PSPV-PSOE). Excepto Flores, todos disponen de una presencia multiplataforma que evidencia un intento por acercarse a la población joven, aunque su participación en TikTok es todavía incipiente (Baldoví, Illueca, Mazón) o inexistente (Peris, Puig). En el resto de redes, con alguna salvedad (Illueca en Twitter, por exceso; Puig en la misma red, por defecto), las frecuencias de actualización se corresponden con las recomendaciones habituales. 
Respecto al tipo de publicaciones en Twitter, como es usual, los retuits son el contenido más frecuente y la presencia de respuestas es casi residual. Solo Baldoví y Puig publican en Twitter más contenido original que retuits y respuestas. En cambio, Illueca, Mazón y Peris optan mayoritariamente por los retuits; y Flores, por las respuestas a otros usuarios. 
La mayoría de los contenidos retuiteados procede de perfiles personales o corporativos vinculados a los espacios partidistas de los candidatos. En cuanto a las respuestas, los dos únicos candidatos que recurren a ellas en más de una ocasión las dirigen sobre todo a cuentas de ciudadanía sin relevancia pública: Baldoví, a cuentas ideológicamente cercanas; Flores, a cuentas ideológicamente lejanas, con el mismo objetivo más de confrontación que deliberativo que tanta visibilidad ha permitido en otras ocasiones a la formación de extrema derecha.
Teniendo en cuenta todas las publicaciones de Facebook, Instagram y TikTok pero solo las de contenido original en Twitter, Illueca es el representante que obtiene más reacciones, seguido por Baldoví, Puig, Mazón, Flores y Peris. El candidato de izquierda transformadora es quien cosecha una mayor media de reacciones por publicación en Facebook y Twitter, seguido en el primer caso por Puig y en el segundo, por Flores. Baldoví es quien mayor tasa registra en Instagram, seguido por Mazón, y en TikTok, seguido por Illueca. Se produce así un relativo proceso de igualación en todas las redes, que son aprovechadas por los partidos ajenos al bipartidismo para obtener una mayor presencia.
Teniendo en cuenta solo los contenidos originales publicados en Twitter, única plataforma en la que están presentes los seis candidatos de manera pública, Baldoví, Peris y Puig generan mayoritariamente mensajes de contenido sectorial, vinculados a cuestiones concretas de la acción de gobierno o de los programas electorales. Illueca y Mazón combinan dichos mensajes con los relacionados con la propia campaña electoral, a partes iguales o casi en la misma proporción. Los cinco candidatos siguen así los patrones generales de utilización electoral de Twitter, que emplean para la difusión de propuestas y la movilización de su electorado. En cambio, Flores recurre mayoritariamente a cuestiones político-ideológicas, cada vez más utilizadas en el contexto polarizado de las democracias liberales.
De entre las cuestiones sectoriales, Baldoví y Puig se ocupan mayoritariamente de la igualdad y de los derechos vinculados al Estado del Bienestar (educación, pensiones, sanidad y dependencia); Illueca, de estos y de la vivienda; y Peris, de un abanico más amplio que también contempla la economía, la vivienda y la movilidad, aspectos igualmente tratados en más de una ocasión por Baldoví. 
El tono predominante de las publicaciones originales en Twitter es positivo en todos los casos excepto en el de Flores, cuyos tuits recurren mayoritariamente a la negatividad, un rasgo característico del estilo comunicativo populista, junto con la épica y la simplificación. 
Por otra parte, se ha detectado la presencia de estrategias discursivas populistas en las publicaciones de todos los candidatos, excepto Baldoví y Puig, pero muy escasas en Mazón —quien, por otra parte, centra su actividad en la redifusión de contenido emitido por su partido, no analizado— y Peris. Flores es el candidato que en mayor proporción las utiliza teniendo en cuenta su volumen de publicaciones originales (12 ocasiones, 18 publicaciones), seguido de Illueca (10 ocasiones, 28 publicaciones). Sin embargo, mientras el primero recurre sobre todo a la apelación a, o la defensa de, una patria y unos valores tradicionales supuestamente en peligro, el segundo se centra en la defensa de la ciudadanía común frente a las élites económicas y mediáticas.
Los activismos digitales de izquierda no han promovido en la campaña valenciana ningún hashtag ni evento no virtual con gran impacto. Los activismos digitales de derecha y extrema derecha suelen permanecer ocultos en una primera fase hasta que, en ocasiones, emergen a la superficie en una segunda con campañas desinformativas a gran escala o con acciones coordinadas de troleo dedicadas a subrayar la supuesta hipocresía del adversario. Lamentablemente, una de dichas ocasiones se produjo el pasado sábado, cuando Twitter bloqueó el acceso de Illueca a su cuenta después de que uno de sus tuits originales, referido a actos de campaña en Requena, Utiel y Buñol, recibiera denuncias falsas por la supuesta difusión de fotos o vídeos privados. Un pantallazo de la notificación de la suspensión de la cuenta se difundió a continuación como trofeo en el mismo canal de Telegram en el que un día antes se habían exhibido otras cabezas, como la de Pilar Lima, candidata de Unides Podem a la alcaldía de València. La campaña había empezado tras la respuesta de Lima a las burlas realizadas en El Hormiguero sobre que una mujer sorda y lesbiana se presentara a las elecciones, y alcanzó a varias cuentas. Illueca recuperó el domingo el acceso a la suya, solo después de haber borrado el tuit falsamente denunciado. Los activistas digitales de extrema derecha habían vuelto a salir de caza en Internet.
