MADRID. Hoy analizamos a la petroquímica española más reconocible en el panorama internacional y que, como no podía ser de otro modo, se ve afectada por la vorágine actual en la que se concatenan la crisis de confianza en el sector bancario, el reciente comunicado de la OPEP en el que no modifica la oferta de barriles a mercado repercutiendo así en una bajada del crudo, y la reactivación de los temores por la recesión con su consiguiente freno en el consumo.
Uno de los éxitos más destacables que extrae la petrolera en el 2022 es haber reducido su deuda de 5.762 millones en 2021 hasta los 2.256 millones que tiene actualmente, un descenso del 61% que la sitúan como una de los compañías de nuestro selectivo con mejor ratio de endeudamiento junto a las acereras.
Por otro lado, Repsol busca seguir potenciando su perfil de compañía multienergética del mismo modo que da pasos en su paulatina descarbonización y dependencia de los combustibles fósiles. Su actualizado plan estratégico da un valor predominante a la producción de hidrógeno como fuente de energía renovable del futuro. Por ello presentó en enero el mayor consorcio de hidrógeno visto en España, segmento en el que pretende invertir más de 2.500 millones de euros hasta 2030.
Análisis con velas diarias. Fuente: Xstation5
En la presentación de resultados de 2022, el CEO Josu Jon Imaz confirmó que de los 5.000 millones de euros que se van a asignar a inversión orgánica en 2023 -plusmarca de la cotizada-, el 35% irá destinado a proyectos bajos en carbono. Por tanto, 1.750 millones de esta partida se dirigen a la sección renovable de su negocio. Este porcentaje contrasta en su comparativa con la porción de responsabilidad que tiene la rama renovable en el beneficio total de Repsol, el cual actualmente se queda en el 8%.
Sólo 540 millones de los 6.661 millones de beneficios obtenidos por Repsol en 2022 llegaron de la división que integra el negocio de bajas emisiones. Es por ello que aunque en estos momentos esta rama está lejos de aportar una cuota fundamental en los ingresos finales, Repsol apuesta de forma decidida porque esto cambie en los próximos años.
Repsol arranca la semana en los 13,5 euros por acción, cotizando a PER cuatro y a punto de alcanzar la media de 200 sesiones tras las caídas recientes. Sus títulos venían de chocar tres veces en las últimas ocho semanas con la fuerte resistencia de los 15,5 euros, cuya última ocasión fue el pasado 6 de marzo. Desde entonces, la volatilidad en los mercados ha aumentado y una semana después, con el desplome del día 13, se barría de un plumazo el soporte de los 14,5 euros marcado previamente en la estructura de máximos y mínimos creciente.
Tras este canal bajista dibujado en estas últimas dos semanas, el primer objetivo de recuperación lo situaríamos en los 14,4 euros. Por el contrario, si perdiera la zona de los 13 euros podría irse hasta los 11,5 euros. Más abajo se abre un abismo que se hunde hasta los suelos establecidos en los 11 y en los 9,6 euros.
Adrián Hostaled es analista de XTB