CASTELLÓ. El tenista castellonense Roberto Bautista afronta esta semana su última oportunidad para estar en la Copa de Maestros. Será en el Masters 1000 de París, último evento del calendario regular, y donde el actual número 9 de la carrera a Londres tratará de dar el salto a esa octava posición que le clasificaría para dicho evento.
La empresa es complicada, toda vez que el de Benlloc tiene que remontar una desventaja de 130 puntos respecto a esas plazas, que ahora mismo cierra el italiano Matteo Berrettini. Esa distancia obliga a Bautista a hacer una actuación sobresaliente en la capital francesa. Por lo pronto, necesita llegar como mínimo a cuartos de final para superar esa puntuación, pero teniendo en cuenta que su máximo rival en esa pelea también puede puntuar. Si éste alcanzara los octavos, obligaría al castellonense a hacer semifinales.
Bautista depende de sí mismo para clasificarse, pero solo le valdría la victoria final para no pensar en otros rivales, en un torneo donde participan todos los pesos pesados del ranking mundial a excepción del suizo Roger Federer. En caso de ser finalista, obtendría plaza si el otro finalista no es Berrettini.
El castellonense también podría tener su opción superando al alemán Alexander Zverev, séptimo en esa carrera y aún pendiente de asegurar su clasificación. La distancia que tiene respecto a él es de 325 puntos, lo que le obligaría a llegar a semifinales para tener alguna posibilidad de superarle.
El debut de Bautista en el último torneo del calendario regular no será sencillo, ya que será frente al ganador del partido entre el australiano de origen español Alex de Miñaur (18) y el serbio Laslo Djere (38). En caso de superar ese escollo, podría verse las caras en octavos de final con el griego Stefanos Tsitsipas, séptimo del ranking de la ATP.
De momento tienen asegurada su clasificación para la Copa de Maestros Rafael Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer, Daniil Medvedev, Dominic Thiem y Stefanos Tsitsipas. Bautista quiere unirse a esa lista al final de esta semana. Su suerte dependerá de lo que haga en París.