CASTELLÓ. Rubén Díez ha sido la mejor noticia del Castellón en este final de año. El centrocampista aragonés ha aprovechado el parón de Navidad para recuperarse de la intervención a la que fue sometido hace tres semanas y ha vuelto a los entrenamientos en buenas condiciones para ponerse a disposición de Óscar Cano.
“He hecho cosas más específicas para ver cómo está la rodilla y todo ha ido bien. Poco a poco iré aumentando la carga de trabajo y espero estar trabajando con todo el grupo este martes o miércoles”, ha declarado el aragonés, que se muestra satisfecho por cómo ha evolucionado su rodilla. “Las molestias que tenía han desaparecido por completo y ahora el objetivo es volver a coger el tono físico que tenía y seguir en la línea de antes”, ha manifestado.
De cara a 2020, Rubén Díez espera que su equipo mantenga el rendimiento que ha mostrado en las 18 primeras jornadas y opte a un puesto de play off. “La idea es seguir como hasta ahora porque esa mentalidad es la que nos ha permitido estar arriba. Queremos llegar a las últimas jornadas con opciones de pelear por todo”, ha subrayado.
El encuentro que abrirá el nuevo año será este sábado, en el Camp d’Esports de Lleida, frente a un conjunto que también pelea por situarse entre los cuatro primeros al final de la Liga. “Es un rival directo y ganarles sería meterles una distancia muy grande. Iremos a por el partido, como hacemos siempre, aunque luego pueden pasar muchas cosas”, ha reconocido.
El centrocampista no se fía de la dinámica de los ilerdenses en las últimas jornadas, con una secuencia de seis partidos sin ganar que les ha alejado a cuatro puntos de los puestos de play off. “Ellos no están en buena racha, pero el parón les habrá hecho pensar y cambiar cosas. Seguro que nos lo pondrán difícil porque son un buen equipo y al final tienen que estar arriba”, ha advertido.