CASTELLÓ. Los servicios de Salud Pública vienen comprobando, de forma diaria, que los contagiados en el brote de coronavirus que afecta a 23 personas en Castelló cumplen con el confinamiento. Efectivos de este departamento de la Conselleria de Sanidad se desplazan, de imprevisto, dos o tres veces al día a los hogares de las diferentes ramas de la familia afectada, tanto en el barrio de San Agustín como en San Lrenzo, y siempre han comprobado que sus ocupantes se encontraban en el interior.
De hecho, ante el temor de que los casos confirmados no cumpliesen la cuarentena, y para asegurarse de ello, se llegó a barajar su desplazamiento a algún recinto habilitado para estos fines, al estilo de lo que sucedió con el Hotel Luz de Castelló o el Centre de Tecnificació Esportiva de Vila-real.
En este caso, la hipótesis pasaba por el albergue Argentina de Benicàssim, habilitado como una zona donde menores o casos asintomáticos de covid-19 pudiesen pasar de mejor manera un encierro que podía ser complicado para ellos. Pero esta posibilidad ha quedado descartada al comprobar que los afectados están cumpliendo el confinamiento.
De hecho, desde que Sanidad reconoció la existencia del brote el pasado lunes, la afluencia de vecinos en las calles de ambos barrios castellonenses se ha reducido de forma considerable. Y ello aunque todavía no se conoce ningún nuevo positivo fuera del núcleo familiar que celebró la comida del día de San Juan.
Ahora, con el fin de tranquilizar a los residentes, la Entitat Valenciana d'Habitatge i Sòl llevará a cabo, un mes después de la primera, una segunda desinfección de las zonas comunes del grupo San Lorenzo. A partir del lunes, diez trabajadores se encargarán de eliminar posibles restos del coronavirus en los seis bloques de viviendas del grupo.