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Sanidad paga a las clínicas concertadas 18 millones al año en Castellón por el servicio de hemodiálisis

21/02/2019 - 

CASTELLÓN. La Conselleria de Sanidad tiene entre ceja y ceja la reversión de los servicios privatizados... pero no todos marchan al mismo ritmo. Mientras el hospital de la Ribera ya volvió a manos públicas y el de la Marina parece que afronta sus últimos meses de gestión privada, hay tratamientos que, a pesar de que su retorno sería mucho más sencillo, siguen en manos de empresas concertadas. Así sucede con la hemodiálisis, por la que el departamento que dirige Ana Barceló abona a las clínicas externas que lo prestan en la provincia alrededor de 18 millones de euros al año

Son cálculos del jefe de Nefrología del Hospital General de Castellón, José Ramón Pons, quien señala que el coste por paciente de este tratamiento es "de entre 40.000 y 45.000 euros al año", la mayor parte del cual va a parar a las clínicas concertadas. Esta es además "la técnica más cara, con la que menos años viven los pacientes y la que menos calidad de vida les aporta", incide. A pesar de ello, es la mayoritaria en España y la Comunitat para tratar los problemas derivados de la enfermedad renal crónica... y especialmente en Castellón. 

Mientras a nivel estatal aproximadamente el 41% de los pacientes se ve obligado, por diversas causas, a recurrir a este tratamiento (que les somete, tres veces por semana, a sesiones de diálisis de cuatro horas en las clínicas), en la Comunitat Valenciana este porcentaje llega al 49,9%, solo superada por Murcia por cuatro décimas, según el Registro Español de Enfermos Renales. En el caso de la provincia de Castellón la cifra alcanza el 60%.

Sin servicio en la Plana y Vinaròs

Además, con el agravante de que prácticamente todos tienen que ser atendidos en clínicas privadas. Así sucede con 450 pacientes, apunta Pons, mientras solo 36 son tratados en el Hospital General de Castellón, el único que cuenta con este servicio en toda la provincia. Para permitir el acceso al tratamiento, la Conselleria de Sanidad resolvió el pasado verano un nuevo concurso público para concertar las cinco clínicas privadas que deben prestar el servicio en el territorio castellonense: 2 en el Departamento de Salud de la Plana (en la Vall d'Uixó y Vila-real), que fueron a parar a la empresa Braun; otras 2 al de Castellón (en la capital de la Plana y Orpesa, fundamentalmente para los turistas de verano), que se adjudicaron a la compañía sueca Diaverum; y otra más en el Departamento de Vinaròs. 

Las dos del Maestrat quedaron desiertas. Por ello, desde el General, Pons solicitó a la Conselleria que aprovechase la circunstancia para dotar de esos recursos al Hospital de Vinaròs, en cuyo departamento son atendidos unos 70 pacientes renales. No en vano, es el hospital "más alejado de su centro nefrológico de referencia", el General de Castellón, de toda la Comunitat Valenciana. A pesar de esto, la Conselleria ha vuelto a sacar a concurso el servicio. 

400 traslados de urgencia al año

Los 78 kilómetros que separan ambos centros suponen un peligro añadido para los enfermos de la zona norte de la provincia, que en ocasiones han requerido de transporte medicalizado en helicóptero en casos de extrema urgencia. Por ello Pons critica que desde la Conselleria no se ubique, al menos, "tratamiento urgente en Vinaròs". 

No en vano, cada año se realizan 400 traslados urgentes desde el Maestrat hasta Castellón, con las molestias y el coste añadido que supone: "El doble de tiempo por el traslado y el doble de caro", lamenta Pons. Además, el hecho de no contar con unidad de Nefrología provoca que, como en otras especialidades del centro, sea complicado encontrar una persona que quiera prestar la única plaza que existe, la de consulta. Más de medio año lleva el centro sin especialista

Sí se pasa consulta en el Hospital de la Plana, para decidir el tratamiento que deben recibir los pacientes, mientras las nueve personas que conforman la unidad en el General de Castellón hacen lo que pueden para atender de la mejor forma al centenar de enfermos que aproximadamente cada año se les prescribe tratamiento renal sustitutivo

A la cola en trasplantes

Las estadísticas dicen que en España aproximadamente un tercio de los diagnosticados son trasplantados, lo que supone "el mejor tratamiento y el más barato" para esta enfermedad crónica porque, a pesar del coste de la intervención, en un cuerpo nuevo un riñón tiene una vida media aproximada de 15 años. A pesar de esto, y de que Castellón está entre las cinco provincias con más donaciones de España, "solo un 10% de los diagnosticados" en las comarcas castellonenses "acaban operándose", señala Pons. 

Una alternativa es la hemodiálisis en casa. Pero este tratamiento, el segundo con mayor calidad de vida y que permite a los pacientes vivir más tiempo, "solo se lo puede aplicar un porcentaje muy pequeño de la población". Aun así, el General de Castellón es el hospital español con mayor porcentaje de enfermos renales que utilizan esta técnica. Actualmente son 25. 

La Unidad de Nefrología ha encontrado en ello una salida a sus limitaciones. Sus nueve trabajadores solo pueden atender a 36 pacientes, a pesar de que hay espacio en las instalaciones para el doble. Así, la contratación de más personal es otra reivindicación habitual. No en vano, ello facilitaría un mayor control a los pacientes que se derivan a las clínicas privadas, en algunos casos susceptibles de ser trasplantados y de los cuales se pierde el seguimiento porque las concertadas no suelen contar con especialista en Nefrología "y no vigilan cómo se encuentran", indica Pons. Ello deriva en más traslados de urgencia al General y en una hemodiálisis privada durante el resto de su vida. 

Y es que el 93% de los pacientes que son tratados con esta técnica en Castellón lo hacen en las clínicas concertadas, con lo que es "la provincia más privatizada de la Comunitat", apunta Pons. Esto se convierte en una pescadilla que se muerde la cola: "Donde hay más sanidad privada, menos trasplantes hay". Un negocio redondo. 

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