Foto: Carme RipollésCASTELLÓ. El entrenador del Castellón, Dick Schreuder, ha asegurado que el Castellón afrontará los últimos partidos de la temporada con la misma mentalidad que ha mostrado desde el principio de Liga y que no permitirá la más mínima relajación, a pesar de que ya tiene el ascenso asegurado. “Todo el mundo está con el foco puesto en ganar el próximo partido. Así es como hay que ser. Quien no esté centrado, no estará en el equipo. Debemos jugar con la mayor normalidad y profesionalidad. Todos hemos disfrutado de las celebraciones, pero ahora hay que pensar en el domingo”, ha advertido.
El neerlandés ha reconocido que podría introducir variaciones en la alineación frente al Ibiza, aunque ha matizado que no lo hará con intención de regalar minutos a gente menos habitual. “Buscaré el mejor once posible, aunque para mí todos son importantes. Está claro que arriesgaremos menos con jugadores que tengan problemas físicos y puede haber cambios, pero no para que jugadores con menos minutos tengan su oportunidad, sino para intentar ganar y acabar bien la temporada”, ha explicado.
Schreuder no se ha referido directamente a su continuidad al frente del banquillo, pero ha dado a entender que afronta el próximo curso viéndose como entrenador albinegro al hablar de cómo quiere que su equipo juegue en Segunda División. “No vamos a cambiar nuestra forma de jugar. Eso está fuera de toda discusión. Seguiremos haciendo lo mismo y si el rival es mejor, lo aceptaremos. Sé que si perdemos dos o tres partidos habrá gente que pedirá que cambiemos nuestro estilo, pero eso no lo voy a hacer”, ha indicado el neerlandés, quien ha destacado su buena relación con Bob Voulgaris. "Respetamos la opinión del otro y así se puede trabajar. La relación es muy sana y eso ayuda a competir con el resto de equipos".
Schreuder ha explicado cómo ha sido el proceso que ha llevado al Castellón al ascenso. “Cuando llegamos al club, los jugadores necesitaban adaptarse a mí y al nuevo estilo de juego y de comunicación con ellos, de ser directos y de que vieran que somos abiertos en eso y que no actuamos a sus espaldas. Todo ha ido en la dirección correcta y ahí empezamos a crecer como equipo”, ha comentado. “Era fundamental que vieran que lo importante era el equipo y no los individuos y que mis decisiones se basaban en eso. Los jugadores lo vieron y algunos tuvieron que irse por temas de disciplina. Queríamos futbolistas buenos en el terreno de juego, pero también gente que ayudara a hacer grupo”, ha proseguido.
Y la existencia de esa unión se comprobó en los momentos difíciles, cuando el equipo entró en un bache de resultados. “Ahí se ve realmente si los jugadores cambian o si tienen la misma actitud y en esos momentos el grupo mantuvo el espíritu de unión y de equipo, sin dejarse influenciar por comentarios negativos, y esa ha sido la señal para creer que este equipo podía salir campeón”, ha finalizado Schreuder.
