CASTELLÓ(EP). El ejercicio inmediatamente antes y durante el embarazo restaura los tejidos clave del cuerpo, lo que los hace más capaces de controlar los niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de problemas de salud a largo plazo, según un estudio realizado en ratones por la Universidad de Cambridge.
Se sabe que tener sobrepreso u obesidad durante el embarazo aumenta el riesgo de complicaciones en la madre, como la diabetes gestacional, y predispone tanto a la madre como a su bebé a desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2. También se sabe que el ejercicio antes y después del embarazo mantiene los niveles de azúcar en sangre y reduce el riesgo de enfermedades metabólicas. Los investigadores se propusieron conocer los cambios que causa el ejercicio en los tejidos de la madre obesa.
Los investigadores encontraron que los efectos beneficios sobre la salud metabólica de las madres obesas está relacionado con los cambios en la forma en que las moléculas y las células se comunican en los tejidos maternos durante el embarazo.
"Un nivel moderado de ejercicio inmediatamente antes y luego durante el embarazo conduce a cambios importantes en diferentes tejidos de la madre obesa, haciendo que los tejidos se parezcan más a los que se ven en las madres no obesas", ha explicado la doctora Amanda Sferruzzi-Perri, investigadora del Centro de Investigación de Trofoblasto del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge, y quien dirigió el estudio.
Concretamente, los órganos clave de la madre que fueron afectados por el ejercicio fueron el tejido adiposo blanco, el músculo esquelético y el hígado. Además, el ejercicio afectó a las vías clave de señalización involucradas en la respuesta a la insulina, el almacenamiento y la descomposición de los lípidos y en el crecimiento y la síntesis de proteínas.
En este sentido, el tejido adiposo mostró el mayor número de cambios en respuesta al ejercicio, siendo restaurado a un estado similar al observado en el tejido de las madres no obesas. Como afirman los investigadores, esto sugiere que la resistencia a la insulina del tejido adiposo blanco de la madre puede ser la causa del mal manejo de la glucosa-insulina en los embarazos obesos.
Además, el trabajo previo del equipo demostró que el ejercicio mejora la sensibilidad al manejo de la insulina y la glucosa en todo el cuerpo de la madre obesa. También previene el desarrollo de resistencia a la insulina en la descendencia de madres obesas después del nacimiento. La baja sensibilidad a la insulina/resistencia a la insulina requiere mayores cantidades de insulina para controlar los niveles de glucosa en sangre.
"Nuestros hallazgos refuerzan la importancia de tener un estilo de vida activo y una dieta equilibrada y saludable al planificar el embarazo y durante todo el tiempo para la madre y su hijo en desarrollo", ha expresado la profesora co-líder Susan Ozanne, del Instituto Metabólico del Consejo de Investigación Médica Wellcome Trust Ciencia en la Universidad de Cambridge.