CASTELLÓ (EFE). El Castellón perdió este miércoles en Riazor en la ida de la eliminatoria de campeones de Primera RFEF ante el Deportivo de la Coruña (2-1) pero podría haberse visto obligado a tener que intentar una remontada mayor en Castalia si el portero, Gonzalo Crettaz no hubiese detenido su cuarto penalti esta temporada.
El guardameta argentino regresaba a la titularidad en la final de campeones tras perderse por sanción el último partido liguero ante el Atlético Sanluqueño, el único partido que no ha jugado en liga, y lo hizo con otra buena actuación. Con 0-0 en el marcador detuvo a Lucas Pérez su lanzamiento desde los once metros.
De hecho, con la pena máxima detenida en Riazor, Crettaz iguala el récord de penaltis no anotados por el equipo rival que ostenta Emilio Isierte con el equipo 'orellut' desde la temporada 1989-90, la penúltima en Primera división de los albinegros. Crettaz ha logrado detener cuatro penaltis, uno lo repelió el paro y otros cuatro acabaron en gol, mientras que Emilio también detuvo cuatro penas máximas y uno se marchó fuera.
Crettaz fue el héroe del partido en el que el Castellón logró el triunfo que al día siguiente le permitió asegurar matemáticamente el ascenso. Fue en la jornada 35 en el campo del Murcia y detuvo en el minuto 97 un penalti a Pedro León que mantuvo el marcador en 2-3 y permitió empezar a celebrar el inminente ascenso