VALÈNCIA. Con su anterior álbum, La Polla (2017), se patearon todo el país, festivales incluidos, y lograron un éxito inmediato por sus canciones directas, festivas y desenfadadas. Sexy Zebras regresa con un nuevo, y muy esperado trabajo discográfico. Calle Liberación está cargado de temazos que solo con una escucha se te pegan y no te sueltan. Tonterías, Nena o O todos o Ninguno son parte de éste elepé que vienen a desgranar en su Jaleo Tour, el 25 de marzo en la Sala 16 Toneladas, en la presentación del MontgoRock Xàbea Festival junto a Hermano Salvaje. También actuarán el 26 en la sala Stereo de Alicante.
Su nuevo redondo ya está en la calle y desde su primero trabajo no han parado de tocar y defender un rock divertido, lleno de actitud y cocinado para el directo. Nacieron en Madrid y desde allí ha conquistado todo el país poco a poco. “Somos tres chicos del barrio de Hortaleza con formación clásica de música, que nos decidimos un día a hacer covers de Greenday y de RHCP, y que todavía seguimos tocando y contándole a la gente lo que nos pasa por el corazón”, comentan.
Sexy Zebras vuelven al directo con un cambio en las baquetas, Samuel Torio deja paso a Jesús Luna, hermano del guitarrista José Luna. Al bajo y la voz continúa Gabi Montes. Los tres crecieron en la calle Liberación. Éste álbum puede haber sido un homenaje a su barrio y también una especie de reencuentro de la banda con su barrio. “Sí, fue un reencuentro también de José y de Gabi, que llevaban tiempo distanciados, fue un reencuentro hasta con la música, hasta con la esencia de los que nos juntó para tocar”, señala.
Es maravilloso que la música una, que haga revivir viejos sentimientos e ilusiones. El reencuentro con el pasado, con las raíces, casi siempre trae alguno bueno a nivel creativo. “De repente estábamos componiendo con las guitarras españolas roñosas de casa de nuestros padres, preocupados por lo que queríamos contarle a la gente, o por la belleza de las melodías. Ha sido un disco que nos ha hecho mejores como colegas, recorriendo la calle liberación nos hemos perdonado, nos hemos conectado, hemos respetado nuestra individualidad, y hemos valorado nuestra conexión”, apuntan
En los anteriores álbumes, y especialmente en su anterior trabajo, se apreciaban unas coordenadas sonoras que se aproximaban más, también en lo estético, a la música anglosajona en castellano. En cambio, en éste álbum se percibe algo más de reminiscencias a la tradición del pop rock en español.
“Sí, creo que hemos escuchado más a los clásicos de aquí, hemos estallado a Soda, a Charly García, a Radio Futura o a Calamaro”, señalan. “De repente nos dábamos cuenta del valor de las palabras. Siempre existe el temor cuando te desnudas y muestras quien eres a alguien, cuando has puesto tu corazón en algo, pero no hay coste de oportunidad. O lo haces o te vas a la mierda como músico”.
La evolución se nota enseguida, en el primer riff y en la primera melodía. Un cambio que ha llegado a la banda para oxigenarla y hacerla crecer. “No hubo dudas de que tenemos que cambiar, de que éramos otras personas y ahí radicaba lo bello de este nuevo camino. Además que la respuesta haya sido así de bestia nos ha llenado de orgullo de fuerza y de aliento”
Tonterías fue el primer sencillo extraído de Calle Liberación. Y ya desde esa línea de bajo tan marcada al inicio de la canción uno sabe que esto vuelve a ser una fiesta de rock. Un single perfecto para mostrar la esencia del álbum. Y también para presentar al nuevo batería, aunque siempre es complicado encontrar a un músico para una formación ya tan asentada. ¿Fue difícil encontrarlo? “Nada, ni 5 minutos. Solo podía ser él. Aparte de que es una bestia como músico, era lo que mantenía la familia, en sexy nunca ha importado nada más que la familia. Sin familia no tocamos ni medio show”
En el disco hay temas muy atmosféricos como Marte y otros más rockeros como, Jaleo, un compendio de sonoridades que sorprende. En directo la banda es una máquina de combate, salen a hacerte bailar y convierten sus directos en fiestas. En este nuevo trabajo han innovado mucho en su sonido, y seguramente contrastará con sus anteriores trabajos, algo que logrará que el directo sea una experiencia mucho más intensa y abierta. “Pues estamos tocando genial la verdad”, comentan. “Creo que tenemos un show con muchos más matices, sudas y cantas, he visto a gente muy emocionada en los shows, y también partiéndoselos la cara. Hemos ganado en paleta de colores, y creo que nos está quedando un show realmente bonito”
Los he visto en sala y en festival, dos escenarios diferentes. En ambos, la banda ha salido a darlo todo, sin medias tintas. Entregándose al público. Para un músico la experiencia de una sala o un gran recinto es muy diferente. “Es una pregunta de si quieres más a papá o mamá. Siempre quieres más a uno, pero da cosita decir al otro. A mí me gusta más la gente en la cara, cuando se caen encima de tu pedalear y sudan a medio metro”
Si Sexy Zebras son una banda conocida y admirada en España, en México sus fans se pueden contar casi por legión. Su penetración en el mercado musical del país ha sido total. De hecho los madrileños hicieron un tema junto a Randy, batería de Molotov, llamado, Hijo de Puta. México tiene algo especial para la banda. “Nuestro segundo hogar, es un país emocionante, rico, lleno de vida. Nos inspira todo de allí”, señalan. Este año la banda lo dedicará a España, festivales y salas, pero en el próximo volverán a México a reencontrarse con su fans.
“Iremos el año que viene, que llevamos dos años sin ir y se hace eterno. Llegamos con el máximo respeto haciendo conciertos como las bandas amateur de allí, tocando en el metro o en mercadillos, y eso nos hizo ganarnos el respeto y el amor de la gente. México es único y muchas veces los españoles van allí con poca humildad, y eso no nos gusta nada”
La pandemia ha sido un desastre para la cultural, y la música se ha visto muy resentida en ese sentido. “La escena ha salido realmente jodida, el apoyo de las instituciones ha sido ridículo, la peña que está alrededor de la música, pero que no son músicos las han pasado muy putas, y nos duele el corazón. Nunca es tarde para redimirse y el gobierno debería ayudar a las salas, a los técnicos, a los músicos y dejar de mirar para otro lado”.