VALÈNCIA. La gimnasta estadounidense Simone Biles regresó a unos Juegos en Paris 2024, ovacionada por un entregado Bercy Arena que vio de nuevo sonreír a la estrella norteamericana, campeona olímpica en Rio 2016, que fue la mejor de la clasificatoria en la capital francesa y que peleará por cuatro medallas, aunque en el ejercicio de salto dio el susto al sufrir un problema físico en su tobillo.
Biles, que tuvo que abandonar la competición hace tres años en Tokyo 2020 aludiendo a problemas de salud mental, recibió una calurosa acogida de los aficionados en París, donde comenzó su andadura olímpica con una gran actuación en barra y suelo.
Sin embargo, luego se la vio cojeando mientras practicaba el ejercicio salto. El público quedó en vilo, aunque parece que la considerada mejor gimnasta de todos los tiempos no tendrá problemas en competir por todo en las finales de aparatos y equipos.
La ganadora de 37 medallas entre Juegos y Mundiales ha vuelto a su mejor nivel en su retorno a la alta competición y en París está dispuesta a subirse al primer cajón del podio en las cinco finales. Cuando el nombre de la gimnasta, de 27 años, sonó por primera vez en la megafonía del Bercy Arena, el ruido de los 15.000 espectadores fue atronador, y la americana recuperó la sonrisa.
Biles comenzó en la barra, su prueba menos favorable, con un impresionante triple giro y dos saltos mortales perfectos que le permitieron sumar 14.733 puntos, una puntuación que, curiosamente, no le valió finalmente para entrar en la final al finalizar novena.
En cambio, en el resto de aparatos no falló. Su rutina de suelo recibió la puntuación más alta de los Juegos, 14.600, aventajando en mucho a la segunda clasificada, la brasileña Rebeca Andrade (13.900), mientras que luego llegó su susto en salto.
Después de tres ensayos con dolor, decidió seguir adelante con un fuerte vendaje en el tobillo y eos no impidió que alcanzase una altura soberbia en el primer intento, aunque el aterrizaje no fue perfecto. Su segundo salto fue más conservador, pero completó el doble giro, a pesar del evidente dolor que sintió al aterrizar para acabar sumando 15.300, la mejor de nuevo por delante de Andrade (14.683).
Finalmente, Biles también brilló en la barra de equilibrios, donde finalizó segunda con 14.733 puntos, sólo superada por la china Yaquin Zhou (14.866). Con todo, la estadounidense finalizó con la mejor puntuación (59.566) de cara a la final del concurso individual, con Rebeca Andrade, en segundo lugar (57.700), y Sunisa Lee, compañera de Biles, tercera (56.132).
La estelar gimnasta estadounidense fue la encargada de liderar el dominio de su país en la competición por equipos con 172.296 puntos, más de cinco de ventaja sobre Italia (166.861),y China (166.628) y Brasil (166.499), los cuatro equipos que parecen estar destinados a luchar por las medallas.
Por otro lado, las tres representantes españoles en la competición no se pudieron meter en la final con Laura Casabuena, Alba Petisco y Ana Pérez finalizando en la trigesimoquinta, trigesimosexta y cuadragesimoquinta posición.
Casabuena, debutante en unos Juegos Olímpicos, tuvo su mejor nota en el ejercicio de barras asimétricas, con 13.133 puntos, mientras que Petisco, también en su primera cita olímpica, firmó 13.466 en salto. Pérez, de vuelta al evento tras competir en Rio 2016 y perderse Tokyo 2020 por lesión, firmó igualmente su mejor puntación en salto (13.066).