Seis de cada diez españoles sufren estrés al regresar a su puesto de trabajo tras la pausa vacacional, de los que un 38% llegará a padecer algún grado de lo que se conoce como depresión postvacacional. Pero este malestar es pasajero y se pueden minimizar sus efectos
El retorno a la rutina y al trabajo después de las vacaciones puede generar el conocido síndrome postvacacional, una condición pasajera que afecta a un tercio de los españoles. Este malestar, que varía desde una leve tristeza hasta una ansiedad significativa, se manifiesta a menudo como depresión o estrés postvacacional. La depresión postvacacional se caracteriza por una profunda tristeza al haber dejado atrás un periodo de disfrute y descanso, lo que puede llevar a una falta de energía y dificultad para sentir placer en las actividades cotidianas. En cambio, el estrés postvacacional se manifiesta con síntomas de ansiedad y nerviosismo debido a la acumulación de trabajo y las relaciones laborales tensas.
Para minimizar los efectos del síndrome postvacacional, los expertos en psicología recomiendan una adaptación gradual a la rutina laboral. Es crucial retomar los hábitos previos al periodo vacacional de manera progresiva, como ajustar los horarios de sueño unos días antes de reincorporarse al trabajo. Este enfoque ayuda a mitigar el impacto abrupto del cambio de ritmo y facilita una transición más suave.
El síndrome postvacacional puede durar desde unos pocos días hasta varias semanas, dependiendo de las estrategias que cada persona utilice para enfrentarlo. Es importante reconocer y abordar los primeros síntomas para evitar que se conviertan en problemas mayores. Los psicólogos sugieren centrarse en los aspectos positivos y estimulantes del trabajo, y no ignorar los sentimientos de malestar. Si el trabajo causa una disconformidad profunda con los valores personales, puede ser el momento de reconsiderar la situación laboral y buscar cambios que mejoren el bienestar general.
Además, mantener hábitos saludables es fundamental para superar el síndrome postvacacional. Alimentarse adecuadamente, dormir bien y mantener una buena higiene son esenciales. También es vital prestar atención a las relaciones sociales, tanto en el entorno laboral como fuera de él, ya que estas interacciones pueden proporcionar un soporte emocional significativo.
La pandemia de COVID-19 ha resaltado la importancia de la salud mental, normalizando la necesidad de buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Identificar niveles saludables de malestar y actuar en consecuencia es clave. Sentirse triste o melancólico después de un buen periodo vacacional es normal, pero si estos sentimientos afectan la capacidad de funcionar en la vida diaria, es crucial buscar orientación profesional.
Finalmente, es importante reconocer el valor intrínseco del trabajo. Independientemente del tipo de empleo, cada tarea contribuye de alguna manera a la sociedad. Esta realización puede ofrecer un sentido de propósito y satisfacción que ayuda a aliviar el síndrome postvacacional. Al entender que el trabajo no solo proporciona una nómina, sino también un sentido de contribución y reconocimiento, es posible regresar de las vacaciones con una perspectiva más positiva y equilibrada.
Hablamos de ello con Xavi Savin, psicólogo sanitario y experto en Psicología del Trabajo y de las Organizaciones.
Dirección: Rafa Lupión | Redacción: Lucía Nadal | Producción: Nacho Guerrero
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