VALÈNCIA. Sira Rego (València, 1973) es desde el pasado 20 de noviembre ministra de Juventud e Infancia, unas áreas que en la anterior legislatura formaban parte de la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030. Previamente, fue número dos de la lista de Unidas Podemos al Parlamento Europeo en 2019, ocupando el primer puesto de Izquierda Unida (IU) en dicha candidatura.
Durante cuatro años fue eurodiputada, hasta que pasó a formar parte del nuevo gobierno de coalición PSOE - Sumar como ministra. Rego representa a IU en el Ejecutivo después de que Alberto Garzón - exministro de Consumo y exlíder de esta formación - tomara la decisión de abandonar la primera línea política. Además, la dirigente ha dado un paso adelante para ser la próxima coordinadora general de su partido, una lista en la que se encuentra acompañada de varios representantes autonómicos de la formación, y que incluye a figuras valencianas como la líder de EUPV, Rosa Pérez; o el diputado nacional Nahuel González.
La ministra recibe a Valencia Plaza en la sede de EUPV para abordar diversas cuestiones de actualidad política y social especialmente relacionadas con su departamento, además de otros asuntos de la agenda nacional y el proceso interno de su partido.
-¿Qué balance realiza de los primeros meses en el Ejecutivo? ¿Cómo ha sido el aterrizaje en una cartera que hasta su llegada formaba parte de otro ministerio?
-El aterrizaje ha tenido su complejidad porque hemos tenido que estructurar un ministerio que no existía previamente y ponernos rápidamente al día para hacer una primera foto de la situación de la juventud y de la infancia en nuestro país. Afortunadamente había un trabajo hecho con carácter previo. Nos hemos apoyado muchísimo en las organizaciones sociales y del tercer sector que llevan tiempo trabajando cuestiones que tienen que ver con la infancia fundamentalmente y con el movimiento juvenil más estructurado a través del Consejo de la Juventud de España.
"UNA CUESTIÓN QUE PARA NOSOTRAS ES MUY POSITIVA ES QUE LAS POLÍTICAS DE JUVENTUD E INFANCIA HAYAN ADQUIRIDO EL RANGO DE POLÍTICAS DE ESTADO"
En cualquier caso, quiero destacar una cuestión que para nosotras es muy positiva y es que las políticas de juventud e infancia hayan adquirido el rango de políticas de Estado con voz propia en el Gobierno del país. Esto es muy importante porque efectivamente el primer diagnóstico que hemos hecho estos meses nos ha permitido situar algunos problemas de calado que requieren una intervención mucho más decidida por parte del Gobierno y de los poderes públicos. Cuestiones como la violencia contra la infancia, la pobreza infantil, la precariedad juvenil, el empleo, la salud mental y la participación política de los jóvenes y las jóvenes son asuntos que tienen un alcance grande y que hay que abordar con mucha más firmeza.
- Muchas de sus competencias tienen relación con otros ministerios. ¿Cómo es la coordinación de las políticas impulsadas por su cartera con el resto del Ejecutivo?
-Hay una parte que tiene que ver con la coordinación entre ministerios y hay otra que es mucho más compleja en este momento y que tiene que ver con la coordinación con las comunidades autónomas. Hay que recordar que una buena parte de las competencias que tienen que ver con infancia y con juventud están transferidas a ellas. Esto requiere un enorme grado de coordinación permanente, pero sí que es verdad que hay políticas que tienen que tener una coordinación previa a nivel estatal necesariamente.
Estamos intentando tener mucho diálogo tanto con los ministerios como con las comunidades autónomas. A veces son temas más espinosos o más complejos o que generan más contradicciones y otras veces son elementos que tienen que ver con el sentido común. Estamos trabajando mucho en mecanismos de coordinación en lo interno, con todas las estructuras de gobierno tanto a nivel de gobierno central como gobiernos autonómicos, pero también abriendo la puerta a que el ministerio trabaje directamente con la sociedad civil y con los movimientos sociales organizados.
Hay un trabajo previo muy interesante que creo que enriquece también la política pública porque de ahí aprendemos mucho y, sobre todo, rescatamos multitud de propuestas. Por ejemplo, ahora estamos trabajando de manera muy decidida la cuestión de los entornos digitales seguros para niños, niñas y jóvenes y el pacto de Estado para erradicar la pobreza infantil. Es importante que nos coordinemos entre ministerios y con las comunidades autónomas para la cuestión de la erradicación de la pobreza infantil, pero también con las organizaciones sociales que forman parte de la plataforma de infancia que llevan muchos años planteando una serie de medidas concretas para erradicar este problema. Todo eso hay que ponerlo en común y coordinarlo, y ahí estamos haciendo un trabajo de cuidados, de escuchar y de incorporar las propuestas.
- ¿Qué tal funciona el diálogo con la Comunitat Valenciana?
-De momento nos hemos encontrado sobre todo en las conferencias sectoriales de infancia para abordar el plan de trabajo de los ejes de trabajo del ministerio y ahora estamos convocando reuniones periódicas sobre todo de la comisión sectorial y de la conferencia sectorial para abordar la cuestión de la infancia migrante y en la colaboración con las comunidades autónomas.
Hay algunas resistencias porque lógicamente el Gobierno de la Comunitat Valenciana es un gobierno antagónico al Gobierno del Estado, pero de momento vamos teniendo estos espacios institucionales en los que estamos presentando nuestra estrategia y nuestras propuestas de trabajo con algunas discrepancias, pero intentando generar una línea de trabajo desde el ministerio para ampliar derechos de los niños y las niñas.
- En este período ha anunciado una Ley de Juventud que previsiblemente será una realidad en 2025. ¿En qué aspectos pondrá el foco este texto?
-Se tiene que desarrollar el artículo 48 de la Constitución que es el que reconoce la participación a todos los niveles de la vida pública de la juventud. Creemos que puede tener un mayor alcance la participación de la juventud y, para ello, lo que planteamos fundamentalmente es que sea un proceso participativo. Es decir, que no sea una ley que planteemos el borrador desde el ministerio, sino que sea un espacio de participación pública de la juventud el que elabore esa propuesta de borrador y que se tramite formalmente con carácter posterior.
"NO PUEDE SER QUE CONSTRUYAMOS POLÍTICAS PÚBLICAS SIN LA MIRADA TRANSVERSAL DE LA JUVENTUD DE NUESTRO PAÍS"
Planteamos cuatro ejes fundamentales que están sujetos también a la impugnación por parte del propio proceso. Uno que tiene que ver con los derechos económicos como son la vivienda, el empleo y los servicios públicos. Otro que tiene que ver con la participación política: no puede ser que construyamos políticas públicas sin la mirada transversal de la juventud en nuestro país. Y eso está relacionado con el voto a los 16 años, que para nosotros es un elemento fundamental que ensancha democracia. Otro eje que tiene que ver con la salud mental y el bienestar; y un último eje que tiene que ver con la crisis ecosocial y al menos abrir un pequeño debate que plantee la justicia intergeneracional y los derechos de las generaciones futuras. Hay que tomar decisiones hoy para garantizar que las generaciones futuras también tengan los derechos garantizados, sobre todo en el marco de la crisis climática.
- Uno de los principales problemas de los jóvenes es la vivienda. Muchos de ellos no pueden acceder ni a una habitación en un piso compartido dada la escalada de precios. ¿Cómo se puede mejorar esta situación?
-Toca tener muchísima coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. De nuevo nos encontramos con una competencia que no es estrictamente del Gobierno. Creemos que se tiene que aplicar el índice de zonas tensionadas de la ley de Vivienda y tenemos que hacer un esfuerzo enorme por la promoción de vivienda pública. Recientemente hemos aprobado también el Consejo de Ministros partidas presupuestarias destinadas a la construcción de vivienda pública, pero creo que tenemos que tener un punto más de alcance en las políticas desde las instituciones. Es el gran problema que tenemos en nuestro país, que afecta a la juventud y afecta a la infancia y a la pobreza infantil.
De hecho, un informe reciente señalaba que la pobreza infantil está profundamente asociada a la cuestión de los precios de la vivienda. Necesitamos un poco más ambición política para plantearnos medidas que, dentro del marco competencial correspondiente, frenen la escalada y los precios de la vivienda de manera decidida. Para nosotros esto es un elemento fundamental. Es importante que se cumplan las disposiciones que vienen en la ley de Vivienda, que aligerarían el precio de la misma, pero creemos que hay que darle una vuelta y por eso estamos haciendo un trabajo con el Injuve para hacer alguna propuesta concreta que tenga más alcance.
- De hecho, según Unicef, España es el estado de la Unión Europea con mayor tasa de pobreza infantil. ¿Qué planes tiene el ministerio de cara a mejorar este dato?
-El problema es que, desgraciadamente, es un fenómeno estructural. De hecho, según la European Anti Poverty Network (EAPN), de no haberse aplicado todos los mecanismos que puso en marcha el gobierno de coalición con el escudo social durante la crisis de la Covid-19 y de forma posterior, estaríamos hablando de tasas de pobreza infantil muchísimo más elevadas. Esto es dramático. Estamos trabajando en un grupo específico con las organizaciones del tercer sector sobre un pacto de Estado para la erradicación de la pobreza infantil.
Pero claro, de nada sirve que desde el Estado estemos promoviendo políticas como el Ingreso Mínimo Vital, la revalorización de los salarios o el aumento del salario medio si luego las comunidades autónomas, fundamentalmente las gobernadas por el Partido Popular, lo que hacen es recortar las rentas mínimas, como ha pasado en la Comunidad de Madrid o Andalucía.
La disposición de ayudas tiene que ser, en ese caso, complementaria para reforzar las familias más vulnerables. Creo que es necesario un pacto de Estado. Queremos que sean las entidades del tercer sector las que nos hagan la primera propuesta y es lo que se está trabajando ahora con ellos. En unas semanas vamos a tener un primer borrador de la hoja de ruta para un pacto de Estado para la erradicación de la pobreza infantil en nuestro país y sobre eso manejarnos y ver qué instituciones están dispuestas a comprometerse con esto.
"SI NO SOMOS CAPACES DE TENER UNA ESTRATEGIA DECIDIDA A CADA NIVEL DE GOBIERNO, VA A SER IMPOSIBLE QUE AVANCEMOS EN LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA INFANTIL"
Si no somos capaces de tener una estrategia decidida a cada nivel de Gobierno, va a ser imposible que avancemos en la erradicación de este problema. Y luego, particularmente para Izquierda Unida en el Gobierno, es fundamental la puesta en marcha de una renta universal a la crianza. Una ayuda a las familias con hijos e hijas a cargo que sea universal de los 0 a los 18 años. Es algo que ya se aplica en otros países europeos y que funciona muy bien para bajar esa cifra de pobreza infantil. Es el momento de explorarlo. Lógicamente hay resistencias, pero creemos que sería una medida de redistribución, de justicia, y sobre todo de equiparación.
- Se ha mostrado favorable a que los jóvenes a partir de los 16 años tengan derecho a voto. ¿Cree que una medida así sería bien recibida por el grueso de la ciudadanía?
-Hay experiencias en países europeos en los que el acceso a la edad de voto es a los 16 años, como en Austria, y en los que lo que se ha observado precisamente que, al adelantar la edad de voto, la implicación y la movilización de los jóvenes en política es mayor. Por tanto, podría haber una causa-efecto. En cualquier caso, es una cuestión de justicia y de democracia que los jóvenes de 16 años puedan votar.
"ES UNA CUESTIÓN DE JUSTICIA Y DE DEMOCRACIA QUE LOS JÓVENES DE 16 AÑOS PUEDAN VOTAR"
En estas elecciones europeas, que se van a producir en escasamente un mes, va a haber hasta 10 países europeos en los que la juventud de 16 y 17 años va a poder participar en las elecciones europeas. El Parlamento Europeo ya ha votado a favor de esto. No hay ninguna razón para que los jóvenes de nuestro país no puedan votar a los 16 años. Estoy convencida de que esto es un mecanismo que, en términos generales, amplía y refuerza la democracia y creo que es importante que el gobierno de coalición de este país apueste por ese tipo de medidas.
- Siguiendo en esta línea, ¿cree que existe una alta desafección de los jóvenes con la política? ¿Tiene que ver esto con la polarización?
-Viendo un poco los estudios sociológicos, es curioso ver cómo hay una polarización generacional y por género, que es un dato extraordinariamente llamativo: las mujeres quizá en posiciones más de izquierdas, los hombres en posiciones más conservadoras. Yo no creo que haya tanta desafección política, es posible que lo que no haya son mecanismos de participación en los partidos políticos en términos clásicos.
Pero no creo que podamos hacer una lectura tan a la ligera de que hay desafección política. Sí que hay un clima de polarización y de crispación que no es deseable. Es decir, se puede discrepar, es positivo en democracia, y confrontar ideas. Pero tenemos que trabajar la cuestión del clima de crispación, que no facilita los debates ni que seamos capaces de generar espacios de acuerdo, que son necesarios.
Hay quizá desafección en los vehículos de participación política en la participación en los partidos, que eso también nos pone deberes. Nos tiene que llevar a una reflexión profunda en torno a cómo nos estamos organizando y qué respuestas o no damos a la juventud para animarles a participar. Hay cosas que están sucediendo en el mundo a nivel global que nos señalan también eventos políticos muy interesantes, como por ejemplo las acampadas de jóvenes protestando por el genocidio en Gaza. Están pasando cosas, otra cosa es que eso tenga una expresión organizada en los partidos políticos clásicos.
- ¿Qué opina de la irrupción de TikTok en la política como canal de gran influencia? ¿Cree que es una herramienta adecuada para ello?
-Mi sensación, al menos desde el lugar en el que lo analizo, es que tiene sus pros y tiene sus contras. Creo que los entornos digitales y todos los nuevos canales de comunicación han venido para quedarse y que hay una parte que garantiza una cierta horizontalidad y acceso a la información. Pero tenemos que ponernos de acuerdo en términos globales sobre cómo regular el entorno digital para que garantice derechos y no genere desinformación ni patrones que provocan problemas relacionados con la salud mental, aislamiento social, desinformación, sobre todo en edades muy tempranas.
"LA GENERACIÓN MÁS JOVEN TIENE UNOS MECANISMOS DE COMUNICACIÓN A TRAVÉS DE LAS REDES SOCIALES QUE NO TIENEN NADA QUE VER CON LOS DE MI GENERACIÓN"
Es casi un cambio de paradigma a todos los niveles que da oportunidades de comunicación y que genera una horizontalidad clara. Hay que saber moverse en los entornos digitales y luego los poderes públicos tenemos también la obligación de generar un marco regulatorio que garantice los derechos y que proteja a la infancia y a la juventud. La generación más joven tiene unos mecanismos de comunicación a través de las redes sociales que no tienen nada que ver con los de mi generación.
Quiero poner acento en la preocupación que generan todas las burbujas de desinformación y de bulos, que yo creo que eso sí que es un problema, porque eso es una restricción de nuestros propios derechos al acceso a una información veraz. Hay que ver de qué manera se plantean las cosas para garantizar ese derecho y para evitar las fake news y los bulos. Hay que ver cómo se regula con un pacto entre todos y todas, para garantizar derechos y no restringirlos.
- Siguiendo en esta línea, la presencia de los móviles en las aulas ha sufrido una escalada en los últimos años. En este sentido, tres de cada cuatro menores valencianos de entre 10 y 15 años tiene teléfono móvil. ¿Qué podemos hacer para mejorar el uso de esta tecnología?
-Hemos puesto en marcha un grupo de 50 expertos y expertas que nos están elaborando un diagnóstico. Proponemos una dinámica que reiteramos en el ministerio, pero necesitamos un acuerdo de país intergeneracional en el que también esté implicada la juventud y la infancia para ver cómo regulamos el entorno digital y el uso de los móviles. El entorno digital ha venido para quedarse y tenemos que ver cómo pactamos que se utilice y se regule para proteger a los niños y a las niñas.
También es importante ofrecer al niño y a la niña alternativas. Si consumimos tanto tiempo en el trabajo y tenemos menos para la vida, esto nos quita tiempo a las familias y le da mucho más tiempo al uso del móvil. Tiene que haber una alternativa completa. Por supuesto, regular el uso en determinados espacios, ver cómo las familias pactan con sus hijos e hijas el uso del teléfono móvil en el espacio social y cómo ofrecemos alternativas.
Es una cuestión complejísima. Por eso hemos puesto a trabajar a esos 50 expertos y expertas que vienen de hacer un trabajo extraordinario a todos los niveles y que llevan investigando muchísimo tiempo con entornos digitales para hacer un diagnóstico de cómo estamos y cuál es la hoja de ruta deseable. Confiamos en tener el informe de primer diagnóstico muy pronto. Ha habido una superproducción de cosas, son 50 personas que representan a colectivos y a espacios con mucho trabajo hecho y ahora estamos intentando ordenar todo ese trabajo para hacer el primer diagnóstico, que yo creo que va a ser muy potente, y a partir de ahí las medidas.
Hay que ver cómo se puede generar esa ley de entornos digitales que también la estamos trabajando porque una buena parte de todo esto tiene que ver con la producción de una industria que es transnacional y que es complicado acotar, porque produce contenidos fuera de nuestro país. Es complejo. Pero estamos en ello.
- Se ha visto también un crecimiento en problemas de salud mental, así como en conductas de ideación suicida entre jóvenes y adolescentes. Ante ello, ha anunciado una estrategia específica. ¿Qué nos puede avanzar sobre esto?
-Se ha nombrado recientemente a la Comisionada de Salud Mental, lo que nos ha dado la oportunidad de empezar a trabajar en las próximas semanas una estrategia específica orientada a la juventud y a la infancia. Los datos son desoladores. Uno de los datos que extraíamos desde primer diagnóstico es que es la primera causa de muerte no natural entre jóvenes. Creo que nos pone frente al espejo de una realidad que tiene que ver con las expectativas de futuro a todos los niveles. Es que es una cuestión que hay que afrontar de manera colectiva, pública y sobre todo con una implicación decidida del Gobierno.
Estamos trabajando con el Injuve, aportando el conocimiento del Consejo de la Juventud, a través también de todos los estudios que han hecho para ponerlo en común con la comisionada para empezar a trabajar una estrategia específica. Es una de las cosas que tenemos en agenda para trabajar con el Ministerio de Sanidad una vez se ha nombrado ya la comisionada.
- Entrando a otra materia, como persona que ha pasado parte de su infancia en Palestina, ¿cómo está viviendo el conflicto?. ¿Cree que el Gobierno de España está actuando de forma correcta en esta materia?
-Creo que el Gobierno de España ha tenido una de las posiciones más dignas, sobre todo si la comparamos con el resto de la Unión Europea. Lo que queremos es que se reconozca cuanto antes el Estado palestino, en el próximo Consejo de Ministros sería lo ideal. Es una cuestión sobre todo política y simbólica, aunque luego, evidentemente y desgraciadamente, esto no vaya a parar el genocidio en Gaza.
Personalmente, lo estoy viviendo muy mal, porque mi familia paterna entera está viviendo en Cisjordania. Es una situación extraordinariamente dolorosa creo que para cualquier persona sensible. Si además, como es mi caso, tienes una parte de la familia allí, evidentemente es más doloroso. Pero creo que, cualquier persona sensible y que crea que los derechos humanos son la red sobre la que hay que tejer sociedades, está afectadísima e impactada por lo que está sucediendo en este momento en Cisjordania y en Gaza, fundamentalmente.
Además, las últimas noticias de los desplazamientos y la exigencia de evacuación de Rafah no son muy alentadoras y, sobre todo, la posición de la comunidad internacional creo que debería ser mucho más contundente y decidida.