CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Soneja ha aprobado el derribo del colegio público San Miguel Arcángel, primer paso para hacer realidad la construcción del futuro centro educativo. La obra está incluida en el Plan Edificant, de la Conselleria de Educación, con un presupuesto estimado en unos 4,7 millones de euros.
La pretensión municipal es ejecutar el derribo a la finalización del verano, una vez se contrate a la empresa encargada. El consistorio estima que el coste de la demolición del antiguo colegio rondará los 111.000 euros.
Fuentes municipales han explicado que, probablemente, los alumnos del colegio San Miguel Arcángel serán reubicados en aulas prefabricadas a partir del inicio del próximo curso, en septiembre, en una parcela municipal de la avenida del Palmar. Si la previsión no se tuerce, a principios del año 2020 darán comienzo las obras del nuevo colegio, por lo que los alumnos estrenarán las aulas en el curso 2022/23.
Según las citadas fuentes, en ese intervalo de dos años, el consistorio deberá hacerse con la propiedad de una parcela anexa que se destinará a una futura ampliación del colegio y también tendrá que modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para grafiar ese solar como suelo dotacional educativo.
El colegio público San Miguel Arcángel alberga a un centenar de alumnos y fue construido en el año 1958. Cuenta con 3 unidades de segundo ciclo de Educación Infantil y 6 más de Primaria. Sus instalaciones están obsoletas y en los últimos años han generado problemas de olores fecales en la zona de los aseos y filtraciones de agua en el tejado del aulario, entre otros problemas.