'Sons of Ramses': misticismo, muerte y persecuciones en Goutte d’Or

VALÈNCIA. El cine, en sí, es un tipo de magia. Durante unas horas se sella un pacto con un espectador, que acepta que todo aquello que ve en la pantalla se acerca más o menos a su realidad. Ese aura de misterio a veces se rompe cuando aparece un letrero en el que pone “basado en hechos reales”, o cuando se reconocen lugares o cuestiones históricas dentro del relato. 

En Sons of Ramses, un drama social dirigido por Clément Cogitore, se cuenta la historia de un barrio real con el “encanto” de un protagonista médium. Ramsés (interpretado por Karim Leklou) es un vidente que trabaja en Goutte d’Or, considerado como uno de los barrios más peligrosos de París. En este barrio, caracterizado por albergar a una gran parte de la comunidad magrebí y subsahariana, están comenzando a delinquir varios grupos de menores sin tutelar. Estos, además de alterar al vecindario, agreden y se escaquean saliéndose casi siempre con la suya. Las vidas de ambos convergen cuando a Ramsés le roban en su propia casa y por arte de magia (la peor de todas) quedan conectados.

La cinta, que forma parte de la Sección Oficial de largometrajes de Cinema Jove (festival que se celebra del 22 de junio al 2 de julio en València), habla tanto del barrio como de la situación de pobreza que viven sus habitantes, a los que no les queda más que creer en adivinaciones para huir de su propio mundo. Con este negocio Ramsés gana mucho dinero, llegando a dejar sin trabajo a otros comerciantes de Goutte d’Or. Lo que ellos no saben es que su éxito está basado en las redes sociales, a las que acude para averiguar todo sobre sus clientes. Estos, desesperados, le dan cien euros al contado para saber qué dicen sus familiares o amigos desde el más allá. Para aumentar su credibilidad hace también espectáculos en abierto, donde un pinganillo es el que le chiva la información sobre quienes le rodean. 

Cogitore mezcla el engaño del adulto con la astucia de los niños (que a veces se creen demasiado mayores) y pone al mismo nivel a Ramsés y a los jóvenes delincuentes. Estos, que conocen al médium por su buena fama, no dudan en asaltarle para robarle su dinero y ya de paso pedirle que emplee sus poderes para encontrar a uno de la pandilla: Saïf. El joven ha robado un botín -dinero y joyas, para ellos el “tesoro”- , ha huido con todo, y le han pillado porque ha presumido de todo esto a través de las redes sociales.

La magia que traspasa la pantalla lleva al protagonista a una adivinación no deseada: encontrar a su propio ladrón muerto. Intenta comunicar la noticia a la policía, sin éxito, y de casualidad se vuelve a cruzar de nuevo con la pandilla de Saïf, a quienes conduce hasta el cadáver. Desde fuera, el espectador contempla la sorpresa de ambos grupos, ya que no hay manera de averiguar cómo Ramsés encuentra al joven sin hacer "sus trampas". En este momento de choque, el espectador ve cómo los jóvenes delincuentes creen aún más en los poderes de Ramsés, algo que le servirá más adelante para librarse de nuevos atracos. 

Dentro de un barrio, en el que todo parece una pesadilla, puede parecer que no queda otra alternativa que creer en la magia. Tanto los delincuentes como los que acuden a la consulta de Ramsés tienen la misma fe en encontrar adivinaciones para que les indiquen el camino a seguir. El momento en el que Cogitore cruza las vidas de ambos resulta clave para comprender que, en el fondo, nada diferencia a sus engaños. Ambos buscan dinero fácil y una vida mejor, solo que intentan alcanzarlo por distintas vías.

La traducción del título de la película da la última pista sobre lo que sucede, en su versión original es Goutte d’Or, centrado la historia del barrio, pero en inglés se vende como Sons of Ramses, desvelando como truco final que el médium se convierte finalmente en una figura clave para los chavales, que vuelcan su fe ciega sobre él y en sus engaños.