VALÈNCIA. Arranca la negociación del convenio del metal en Castellón. Las conversaciones entre sindicatos y patronales pretenden alumbrar un nuevo texto que suceda al que expiraba en 2022, vigente desde 2019. Unos contactos que se desarrollarán a lo largo de los próximos meses y que parten de una plataforma de convenio que las organizaciones sindicales ya han puesto sobre la mesa, entre las cuales hay exigencias salariales, de jornada laboral y otras mejoras.
Ambas partes constituyeron este miércoles la mesa negociadora, que estará constituida, en representación de la patronal, Asebec por parte de la maquinaria cerámica, Aiecs en la instalación eléctrica, Apimagc en la instalación de suministros y Astrauto por parte de los talleres automóviles; y por parte de los sindicatos, CCO y UGT -el SIT no alcanzó el mínimo de representación para estar presente-.
Así, al primer encuentro, las organizaciones sindicales llevaron una plataforma de convenio acordada que, formada por más de una veintena de reivindicaciones, a partir de ahora la patronal deberá examinar para dar el pistoletazo de salida a las conversaciones. Se trata de un texto que se plantea con una vigencia de dos ejercicios y en el que los representantes sindicales exigen una subida salarial del 5% para cada año.
La subida salarial, que los sindicatos atribuyen a la necesidad de que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo, debería ir acompañada -a su juicio- de una cláusula de revisión salarial vinculada directamente. Así, si en los próximos años los indicadores de precios superaran el incremento acordado, los salarios deberían actualizarse en la misma medida. Una cláusula de "revisión técnica" que ya se incluyó en el anterior convenio y que, debido al alza de los precios del último año, se ha tenido que activar.
Así, el convenio 2019-2022 fijaba para el último año una mejora retributiva del 1%, pero como los precios subieron un 5,7%, esta cláusula obligó a actualizar los salarios con la diferencia, un 4,7% más a percibir desde el 1 de enero de 2023. Así, a este incremento que ya están cobrando los más de 8.000 empleados que, según los sindicatos, trabajan en el metal, se sumará una nueva mejora que se acuerde en el nuevo convenio.
En materia económica, otras de las exigencias incluyen que el plus de convenio y transporte se pague por completo independientemente de si hay reducción de jornada. También abonar las primas por antigüedad, que se congelaron en 2016; que las gratificaciones extraordinarias se paguen "a salario ordinario" y que las dietas por desplazamiento se calculen por la distancia efectivamente recorrida y no por la distancia 'lineal', entre otras cuestiones como que la retribución en vacaciones se calcule a partir de la media de los doce meses anteriores o que los jefes de equipo perciban un plus del 20%.
La jornada laboral es otro de los puntos objeto de mejora, para CCOO y UGT. Así, plantean una reducción de la jornada laboral, pasando de las 1.748 horas a las 1.728 horas, a lo que cabría añadir una consideración adicional para los empleados que trabajen por la noche, para los que se pide una reducción del 2%. Asimismo, piden que se concrete en el nuevo convenio que no se pierdan vacaciones para las personas que estén con incapacida temporal.
Por otra parte, exigen otras cuestiones como una "cláusula de estabilidad" que deje negro sobre blanco la obligación de las compañías de subrogarse en condición de empleador de los trabajadores afectados por las contrataciones públicas. Además de que se reconozcan los desplazamientos aunque se hagan dentro de la misma provincia, se incluya un anexo específico para empresas de montaje y mantenimiento, y se amplíe la conocida "prima de parada" las plantas químicas.
También está recogido en la plataforma la necesidad de regular una prima diaria por desplazamiento a otros países y que las compañías tengan la obligación de contratar un seguro médico para los empleados afectados por estos desplazamientos. A lo que cabría sumar otra exigencia: que estos trabajadores cobren, como mínimo, lo mismo que en su puesto en España.
Estas son, entre algunas otras cuestiones, el grueso de las peticiones sindicales que, ahora, deberán estudiar las patronales, que ven 2023 con incertidumbre. En la próxima reunión, convocada para finales de mes, podrá avanzarse en las conversaciones.