CASTELLÓ. Los exportadores sudafricanos de cítricos acumulan toneladas de fruta en sus almacenes a la espera de exportarlas a Europa... si finalmente pueden. En una campaña que ya colea en el hemisferio sur, y que se ha visto afectada por numerosas inclemencias climatológicas, las trabas para la exportación están suponiendo un auténtico quebradero de cabeza para los productores asociados en la Citrus Growers' Association (CGA).
La falta de contenedores refrigerados, así como el elevado precio de los fletes marítimos, han supuesto dos problemas constantes en el desarrollo de la campaña de exportación, y todavía se prolongan. Y ahora que llega el momento en que más fruta envían al Viejo Continente los empresarios se han encontrado con las dificultades de la empresa pública que gestiona los puertos sudafricanos.
A través del boletín semanal informativo de la CGA, su director de desarrollo logístico, Mitchell Brooke, ha informado de las dificultades que atraviesa Transnet, la autoridad portuaria estatal, "que ha sido objeto de una corrupción masiva" en la que "se han malversado millones de rands", la moneda sudafricana. La cifra podría alcanzar los 2.280 millones de euros.
Esto ha derivado en continuas averías en el material que opera en los puertos, empezando por las grúas. Así, tras una reunión mantenida recientemente entre los empresarios y los responsables de Transnet, estos "han reconocido que está en quiebra y que no tiene suficiente capital (o acceso a él) para mantener sus operaciones", señala Brooke. En esta situación, el mal estado de las operaciones de Transnet está "comprometiendo seriamente" la agricultura y otros sectores económicos sudafricanos, destaca el responsable de logística de la patronal sudafricana de exportadores.
Y todo mientras la fruta espera a ser embarcada. Según una de las últimas publicaciones del boletín de la CGA, solo en lo que respecta a naranjas valencia, en los almacenes esperan más de 200.000 toneladas, ya confeccionadas, para remitirlas a los puertos. Y quedaban por confeccionar otras 165.000 toneladas. A estas cifras hay que sumar las del resto de naranjas y, sobre todo, las clementinas, mandarinas e híbridos, el volumen principal de sus exportaciones en este tramo de la campaña y en el que Sudáfrica espera crecer sobremanera en los próximos años.
Así las cosas, esto ya se está viendo reflejado en la producción citrícola castellonense y del resto de la Comunitat. Los precios en campo de todas las variedades de mandarinas y clementinas son sensiblemente mejores que los de la campaña pasada, tal y como recogen las cotizaciones de la Lonja de Valencia.
Por ejemplo, un kilo de clemenules se paga ahora entre 0,28 y 0,42 euros, cuando hace un año la cotización oscilaba entre 0,23 y 0,38. A ello también ayuda la previsión de una campaña más que escasa en cuanto a las clementinas. Las compras de naranja sí marchan más ralentizadas, según la Lonja valenciana, y es que el tonelaje previsto es idéntico al de la temporada pasada. Pero si siguen los problemas en Sudáfrica, como parece que sucederá, esto puede cambiar muy pronto.
