Las sesiones de control al Gobierno, son una suerte de pim, pam, pum entre Gobierno y oposición. Y un ensayo rápido de improperios en pleno año electoral. Al final la oposición pide explicaciones en una pregunta racimo con variedad de cuestiones y el presidente del Gobierno y sus ministros responden lo que les viene bien. Por momentos parece algo superfluo
En su primer discurso como presidente llama a reforzar el vínculo con Naciones Unidas y fija el cambio climático como prioridad número uno
Asegura que con ella se revertirá el modelo de especulación que genera corrupción, crisis y desahucios
El curso, y casi el año real, comenzó este lunes 5 de septiembre y en apenas tres días la actividad política, social y mediática lleva un ritmo frenético. No sé si es mejor meterse de golpe en la piscina cuando creemos que el agua está fría o entrar poco a poco. Pero habrá que saltar al ruedo.
La ridiculez de intentar eliminar la corbata del protocolo de vestimenta del mundo occidental no puede ni debe ocultar los asuntos por los que debemos de preocuparnos y sobre todo juzgar a nuestro gobierno.
El bucle electoral ya está a pleno rendimiento. O eso nos quiere transmitir Pedro Sánchez que sin duda está semana ha vuelto a ser el amo de la pista. Ha cesado, dimitido o como quieran venderlo, a diestra y siniestra. Y se vuelve a reinventar con nuevos cortafuegos que veremos si le son efectivos o llegan tarde porque la economía aprieta y de qué manera.