Una deuda pública elevada y en aumento frena el crecimiento, desplaza la inversión privada, limita la capacidad del gobierno para responder a emergencias inesperadas y eleva el riesgo de una crisis fiscal repentina, en la que los inversores perderían la confianza en los bonos del Tesoro del Reino de España y su capacidad de emitir.
Tras una década de políticas expansivas, el dilema es cómo recuperar la “normalidad” sin poner en peligro la recuperación
Se prevé que alcance máximos históricos en estas cuatro grandes economías durante este año como consecuencia de la crisis de la covid-19
Todas las administraciones elevan su deuda y solo el Estado incrementa su endeudamiento en más de 88.000 millones en el último año.
Los expertos recomiendan hacerlo en aquellos países en los que el banco central tenga poder de compra ilimitado y no cuente con limitaciones políticas, lo que pone en desventaja a Europa