En pleno Tour Territorial Digital, una iniciativa de TICNegocios de Cámara Valencia, el común denominador que me queda por aportar a modo de reflexión sobre mi experiencia docente en esta aventura se centra en los gestos con los que el alumnado recoge el mapa de actuación al que se enfrentan como autónomos, emprendedores, startups o empresarios cuando quieren lanzar, consolidar o mejorar los resultados de sus mercantiles. Un gesto que se resume en deseo de probar el conglomerado de habilidades digitales con las que terminan la sesión antes de abandonar su rol de alumnos y volver a sus puestos profesionales.
Con el contexto informativo de la Inteligencia Artificial (en adelante IA) en pleno apogeo, lo primero que les explico es que no es la única herramienta, por muy de moda que esté y por mucho que todo el mundo hable de ella. Es eso, una herramienta más dentro de un modelo de innovación al que es imprescindible atender para no quedarse fuera del mercado. Precisamente, los perfiles y sus gestos acogen con curiosidad dicho modelo, conforme la flexibilidad con la que asisten y participan y con la capacidad que, como empresarios en ciernes o ya consolidados, proyectan en sus retos profesionales del día a día. A esa ventaja flexible que lucen de partida, el modelo de innovación les suma la competitividad.
Antes, deben someterse a una batería de preguntas relacionadas con los problemas que pueden solucionar, el cómo llevarlos al mercado o cómo escalan su proyecto, producto o servicio. Y, a partir de ahí, responderlas con la implementación de decisiones enfocadas a sumar tecnología, que actúa como catalizadora tanto de la IA como del Big Data, pero también del resto de herramientas que cualquier empresario debe conocer e incorporar en su particular modelo de innovación. Hablamos de la ciberseguridad, de los servicios en la nube (denominados cloud) y del internet de las cosas.
La IA, además de predecir el número de la lotería o de ayudar a Xavi a justificar una derrota a partir del Big Data, nos ayuda a automatizar tareas, a utilizar chatbots para atender al cliente, a tomar decisiones basadas en el análisis de datos, a personalizar la experiencia y a favorecer su rentabilidad. Así, esta tecnología abrirá el camino para que la pyme valenciana gane peso, evolucione e, incluso, sume su granito de arena al aumento de hasta un 14% que el PIB mundial podría registrar en 2030 gracias al uso de la inteligencia artificial, según la previsión del informe Sizing the prize realizado por PWC.
Respecto al cloud, la segunda herramienta tecnológica del modelo de innovación, proporciona a las pymes almacenamiento y gestión de archivos en la nube, uso de software de servicio para tareas de contabilidad, CRM o marketing; o implementación de soluciones de análisis de datos para la toma de decisiones sin necesidad de invertir en hardware o software propios. Algo vital para la pyme, que puede pagar por uso y controlar mejor el presupuesto. Como ventajas adicionales, encuentra conectividad móvil y web, reducción de costes de mantenimiento, aumento o disminución de recursos informáticos de forma sencilla, adaptación de las necesidades cambiantes de la empresa con altos niveles de seguridad, y accesibilidad a la información 24 horas, 7 días a la semana sin necesidad de grandes inversiones.
En cuanto a la ciberseguridad, las pymes son objetivo atractivo para los piratas informáticos debido a sus recursos limitados. En este sentido, la ciberseguridad les ayuda a prevenir ataques como malware, ransomware o phishing. Porque los ataques informáticos pueden romper el gesto y causar interrupciones en el negocio, pérdida de datos y daños a la reputación, que puede tener graves consecuencias legales y financieras para la pyme.
Y, por último, el modelo de innovación asumible y asimilable para cualquier pyme valenciana que quiera ser competitiva en el actual contexto de transformación digital, ha de sumar el internet de las cosas (IoT). Las que implementan soluciones IoT mejoran su agilidad y capacidad de adaptación al cambio tecnológico con rutinas tan básicas como la monitorización de maquinaria y equipos, la gestión de inventario, la geolocalización de activos, la automatización de tareas, la recogida de datos de clientes o la mejora de sus experiencias.
En la era del cambio empresarial que atravesamos, pues, con el trayecto tradicional con el que llegan a este momento histórico y con la fortaleza que las define dentro del tejido empresarial español, las pymes valencianas que apliquen el modelo de innovación lucirán el mismo gesto con el que los alumnos del Tour Territorial Digital terminan su sesión formativa. El gesto que marca ser competitivas y ser protagonistas de esta nueva etapa necesitada de profesionales capaces de indicar las mejores instrucciones a las herramientas digitales que les rodean a favor de su experiencia y de la de sus clientes.
Por Marcos García es consultor de Cámara Valencia, experto en Inteligencia competitiva, prompt engineering y captación de negocio para empresas B2B