VALÈNCIA. Carlos Saura hizo un repaso, durante más de una década, por los bailes de la cultura hispanoamericana como el flamenco o el tango. Ahora el director aragonés se pone frente a la cámara para dibujar una genealogía sobre la pared como lugar de conversación pública, desde las cuevas de Altamira hasta los murales que se extienden por ciudades y pueblos. Hoy hablaremos de Hablan las paredes, pero también de otros estrenos.
Como la ganadora de Horizontes Latinos en el último festival de San Sebastian. Tengo sueños eléctricoses la ópera prima de Valentina Maurel. Una película eléctrica como adelanta su título, donde viviremos con Eva, una chica de 16 años, la separación de sus padres.
Y ponemos el foco en La amiga de mi amiga, que no es el reestreno de El amigo de mi amiga, de Rohmer, aunque tiene mucho de él esta ópera de Zaida Carmona que parodia los grupos de amigas lesbianas en el que, drama tras drama, se van haciendo daño en varias direcciones a la vez. Hay comedia y hay pop, también hay drama, y bajo el radar, algunas cuestiones espinosas sobre cómo vivimos el amor contemporáneo.
'Tengo sueños eléctricos'
