Ramon Terrats escapa de Toni Kross en el Santiago Bernabéu. VILLARREAL CFVILA-REAL. La derrota del Villarreal (4-1) en el Santiago Bernabéu de este domingo dejó pocas notas positivas para el Submarino, que sigue siendo un coladero en defensa y se acerca con peligrosidad a la zona roja de la clasificación. Sin embargo, y a pesar de que como dice Marcelino, el fútbol es un deporte grupal, hubo dos futbolistas groguets que salieron mejor parados del encuentro que sus compañeros.
Uno es José Luis Morales, que parece haber revivido desde la llegada del nuevo entrenador. El que anotó en el Bernabéu es la octava diana en ocho partidos con Marcelino, mientras que en los once anteriores no había conseguido anotar. Ya iguala la cifra goleadora de Alexander Sørloth y está a un solo tanto de alcanzar al máximo artillero del equipo esta temporada, Gerard Moreno.
Además, el Comandante dio continuidad a su idilio con el Santiago Bernabéu. Y es que para ser una de las plazas más difíciles del mundo, al madrileño no se le da nada mal: ha marcado tres goles en el feudo madridista (uno con el Levante y dos con el Villarreal) más otro en el Alfredo Di Stefano en 2021.
Por otra parte, Ramon Terrats también cuajó una buena actuación. El centrocampista barcelonés solo había jugado un par de minutos en los seis primeros partidos de Marcelino en Vila-real, pero en la última semana las lesiones le han dado oportunidades y las ha aprovechado.
En Rennes salió justo después del descanso para jugar fuera de posición, en el lateral zurdo, y cumplió con su cometido tras más de un mes sin competir. En el Bernabéu, la lesión de Álex Baena le permitió disputar 60 minutos como interior izquierdo, una demarcación más natural para él.
Allí cuajó un partido en el que, si bien no pudo brillar demasiado por el claro dominio del Real Madrid, fue de lo mejor de un Submarino bastante ahogado. Completó 17 de los 19 pases que intentó, recibió dos faltas e hizo uso de la calidad que atesora su zurda para asistir a Morales en el 2-1.
