Algunas de las empresas que lo desarrollan cuentan con gran respaldo financiero 

¿Tiene sentido invertir hoy en el metaverso?

31/01/2022 - 

VALÈNCIA. El mundo cripto y el metaverso van de la mano. De hecho, prácticamente ningún activo digital puede adquirirse en el metaverso si no hay un token o una criptomoneda por medio. La tecnología blockchain, la realidad aumentada, la virtual y, obviamente, internet, son las que favorecen su desarrollo.

Sin embargo, no todos los que se han animado a apostar por la inversión en criptomonedas, abrazan con el mismo entusiasmo la llegada del metaverso. Creen en la tecnología blockchain, pero lo del metaverso no acaban de verlo claro. “Como inversor, el problema radica en que es complicado vislumbrar qué proyectos de metaversos serán los que finalmente se impondrán a sus competidores. Aunque se estén iniciando muchos proyectos, esto todavía está en mantillas, pero en cuestión de años, estarán ahí”, es la opinión de Fernando Alberca, inversor de proyectos en blockchain. 

Proyectos para elegir hay, unos mejor posicionados que otros, pero cada vez son más los sectores que tratan de hacerse un hueco en este mercado virtual que, en algunos casos, mueve ya millones de dólares.

El criptoarte

Uno de los primeros mercados virtuales en eclosionar corresponden al de los NFTs (Non -Fungible Tokens), los activos digitales que, en opinión de algunos, están transformando el coleccionismo del arte. Se trata de objetos de arte que se ven pero que no se tocan y de los que, probablemente, no seas el único propietario porque lo más posible es que esa obra de arte haya sido fragmentada o, hablando con propiedad, tokenizada.

Claro que si tienes muchas cripto también puedes comprar la obra en exclusiva, como sucedió con el NFT ‘Everydays: the first 5000 days’, del afamado artista digital Mike ‘Beeple’ Winkelmann y vendido por 69,3 millones de dólares en la sala de arte Christie’s. Lo adquirió el millonario indio Vignesh ‘Metakovan’ Sundaresan, emprendedor e inversor en tecnología blockchain.

Entre las empresas que se han posicionado en este campo con gran respaldo por parte de los inversores, caben citarse Nifty Gateway, plataforma de subastas de arte digital en línea, vendedora de la obra de ‘Beeple’ u OpenSea, donde los artistas pueden crear su obra y ponerla a la venta. En enero de 2022 OpenSea recaudó 300 millones de dólares en capital riesgo.

Ya en España, uno de los inversores más activos en NFTs es Pablo Rodríguez-Fraile considerado al que en un artículo se referían como el mayor coleccionista de arte en NFT del mundo. Ahora ha fundado Aorist, una plataforma tecnológica desarrollada con la blockchain de Algorand con la que buscan  “proporcionar un hogar para que artistas y coleccionistas exploren el arte digital más creativo y de vanguardia de una manera transparente, segura e intuitiva”, afirman.

Para compensar la huella de carbono que se genera a través de la creación de NFT, Aorist se ha asociado con la startup valenciana ClimateTrade.

EL ladrillo virtual

La adquisición de parcelas virtuales es otro de los mercados más furiosos del metaverso actual. Según se ha publicado estos días, ‘el ladrillo’ mueve ya más de 100 millones de dólares en el metaverso. Tanto se pueden adquirir edificios ya construidos como terrenos para urbanizar o calles ya urbanizadas.

Conforme a los datos que se recogen en OVR, un metaverso de Realidad Aumentada de código abierto desarrollado en Italia, España, después de Estados Unidos, es el país que más adquiere lo que denominan, OVRLands, correspondientes a los más 1,6 billones de hexágonos en los que han dividido el mundo para ponerlos a la venta. De los, aproximadamente, 1.500 millones que corresponderían a España, 77.000 OVRLands han sido ya vendidos.

Que se sepa, no hay ninguna corporación nacional detrás de estas compras, aunque existen ya firmas como Republic Realm, donde se declaran uno de los inversores y desarrolladores más activos del ecosistema inmobiliario del metaverso. Según algunas informaciones, la compañía habría pagado más de 4,3 millones de dólares por un terreno en el mundo virtual The Sandbox, otro de los metaversos más activos.

No son los únicos. El mundo del retail y el de la moda, con firmas tan conocidas como Zara. Nike, Louis Vuitton o Gucci, están haciendo ya sus exploraciones en el mundo del metaverso. 

Qué no acaba de convencerles

Antonio Comesaña Míguez es uno de esos españoles que posee algún que otro OVRLands, sobre todo en Vigo, ciudad en la que reside, y algún que otro en Madrid. Presidente de Agalbit, una asociación sin ánimo de lucro que fomenta el conocimiento y desarrollo de la tecnología blockchain e internet de las cosas, reconoce que a él le interesa bastante más el mundo de las criptomonedas que el del metaverso. Si se metió en él fue porque le pareció divertido, por curiosidad y como una apuesta especulativa más para por si acaso.

La intención inicial es dejar esas parcelas virtuales, registradas ya a su nombre y al de otros tres amigos mediante un smart contract, y esperar a ver cómo evoluciona el metaverso, al cuyo despegue definitivo no se atreve a poner fecha.

Nadie sabe con certeza cómo será ni cuándo llegará. Lo que sí piensan muchos es que las generaciones más jóvenes empiezan a sentirse ya más cómodas en el mundo digital que en el real y que el momento actual, en el que todo está arrancando, puede suponer una oportunidad para probar a coste bajo y ver qué ocurre.

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