VALÈNCIA. El nuevo reparto de llegadas de los trenes AVE que circulan entre la Comunitat Valenciana y Madrid comienza a definirse. En las próximas semanas la estación de Chamartín Clara Campoamor tomará el relevo de la de Madrid Puerta de Atocha como destino final de la mayoría de los servicios del corredor de Levante, a excepción de unos pocos que se mantendrán en Atocha y que serán todos operados por Renfe, porque los low cost –AVLO, Iryo y Ouigo–se quedarán en Chamartín.
En este momento, el administrador de la infraestructura (Adif) está negociando con los diferentes operadores que ya circulan por la misma o tienen previsto hacerlo en los próximos meses el reparto de capacidad una vez entre en servicio el túnel de interconexión entre la estación de Atocha y la de Chamartín.
La inauguración de la primera fase de este túnel de 7,3 kilómetros, prevista para las próximas semanas al estar solo pendiente de las últimas pruebas de seguridad, permitirá realizar trayectos transversales directos en alta velocidad sin tener que cambiar de tren en Madrid desde los corredores de Levante y Sur con los del Norte y Noroeste del país.
Pero la apertura de ese túnel también implica que la mayoría de los trenes de Alicante y València que hasta ahora paraban en Atocha sean trasladados a Chamartín porque la primera no cuenta con capacidad suficiente para recibir los trenes que circularán con la llegada de los nuevos operadores privados que competirán con Renfe dentro del proceso de liberalización.
Aunque se trata de un traslado temporal, en principio para seis años, y ya estaba previsto que Adif cambiase la cabecera de la línea Madrid-Valencia-Alicante de Atocha a Chamartín, ha sido ahora ante la proximidad de ese cambio cuando la Generalitat y agentes económicos como la CEV y Cámara de Alicante se han movilizado para que al menos algunos de los trenes se mantengan Atocha como estación de término.
Fruto de las negociaciones del Consell con el Ministerio de Transportes y Movilidad, el Adif ha propuesto una solución mixta para que ocho servicios diarios de AVE se queden en Atocha y el resto acaben en Chamartín. El reparto definitivo depende de que todos los operadores que circularán por la línea den su visto bueno al Adif, pero según ha podido saber este periódico, tanto Ouigo como Iryo ya han respondido al administrador que ellos operarán el AVE a València y Alicante desde Chamartín.
La propuesta del Adif a las empresas contempla que esos ocho servicios que se mantendrán en Atocha sean todos de un mismo operador, de forma que no se pueden repartir. Si una de las empresas acepta parar en Atocha, transcurridos dos años otro operador podría solicitar cambiar de estación, pero la solución no es válida para más de un operador al mismo tiempo.
Dado que Ouigo, filial de la compañía estatal francesa SNCF, e Iryo, el consorcio formado por Trenitalia y Air Nostrum, ya han confirmado que irán a Chamartín, será Renfe la que atenderá los ocho servicios que pararán en Atocha y el resto de sus trenes, incluidos los de su segunda marca AVLO y los pasantes entre Alicante y Santander y entre Castellón y Gijón, seguirán hasta Chamartín.
Consultada al respecto, la compañía que preside Carlos Bertomeu destacó: "Aunque agradecemos la proactividad de ADIF en la resolución de las demandas sociales, debido a las dificultades tanto operativas como técnicas que supone su propuesta en el arranque de las operaciones nos es muy difícil aceptarla".
Iryo, que prevé que sus trenes comiencen a circular en noviembre en los corredores Madrid-València y Madrid-Zaragoza-Barcelona, confía en que los clientes valencianos"descubran las bondades de la ubicación de la estación". Entre ellas destacan la cercanía al centro financiero de la capital, la conexión con los servicios de Madrid Norte o buena conectividad con Puerta del Sol, a diez minutos en transporte público.
Desde iryo destacan que se está realizando una alta inversión en la reforma de la Estación de Chamartín y su entorno para posicionarla como "una de las más vanguardistas de España".
Por su parte, la francesa Ouigo, que hace casi un año que opera ya el corredor Madrid-Zaragoza-Barcelona, explicó a este periódico que está trabajando para comenzar a operar entre Madrid, Valencia, Albacete y Alicante este mismo año. "A València llegaremos antes de verano y a Albacete y Alicante, el próximo otoño. Estamos deseando llevar los beneficios de la liberalización a estas ciudades, democratizar el acceso al tren de alta velocidad y ofrecer nuestro servicio de calidad a precios asequibles", declaró un portavoz de la firma.
El Gobierno se ha comprometido a ejecutar las obras necesarias para abrir una estación pasante en el túnel de alta velocidad entre Chamartín y Atocha en un periodo máximo de siete años.
Cuando esté acabada, así como las remodelaciones previstas de las estaciones de Puerta de Atocha y Chamartín, ambas pasarán de tener configuración en terminal a ser estaciones pasantes y los operadores ya podrán incluir Atocha como parada en la línea entre Madrid, Valencia y Alicante, pero por el momento solo pueden operar desde una de las dos.
Adif acaba de licitar los primeros trabajos de la futura plaza exterior de Madrid Chamartín-Clara Campoamor, que dotarán a la estación de un nuevo vestíbulo y cuatro vías más destinadas a la alta velocidad para evitar cortes de circulación una vez abra el túnel de interconexión con Atocha. La inversión prevista supera los 250 millones y va a ser financiada por la Unión Europea a través del programa Next Generation EU.
En paralelo, Adif trabaja en la futura remodelación integral de Chamartín y su integración urbana. Para ello ha convocado un concurso internacional del que pretende que surja el diseño que debe convertir esta estación en un hub de transportes "referente internacional de diseño y sostenibilidad".
Por ese motivo, en Madrid ha sorprendido la movilización que ha suscitado en Valencia el cambio en la estación de llegada, dado que atribuyen ventajas adicionales a Chamartín respecto a Atocha, como la posibilidad de enlazar en el futuro en alta velocidad a destinos del norte de España como Galicia sin necesidad de transbordos en la capital.