José Arenes. Ayuntamiento de El ToroCASTELLÓ. “Que concedan una subvención al pueblo de 150.000 euros es como si te tocara la lotería”. Así lo considera el alcalde de la Villa de El Toro, José Arenes, una pequeña población de la comarca del Alto Palancia, que recibirá de la Presidencia de la Generalitat Valenciana este significativo importe para poder acometer las obras que culminen con la restauración de la antigua ermita de San Miguel y la adecuación paisajística del castillo, donde se encuentra el citado templo.
El proyecto no es nuevo. “En 2022 iniciamos unas obras cruciales gracias a la inversión de 250.000 euros del Consell y la Diputación Provincial que nos han permitido recuperar los lienzos de esta antigua fortificación. Hoy, con esta nueva subvención aseguramos la culminación del proyecto con miras puestas a la XXI Feria Internacional de la Trufa, que queremos que se celebre en esta nueva sede para poner en valor nuestro patrimonio”.
Así lo ha manifestado el alcalde de la localidad quien reconoce “que para un pueblo pequeño como el nuestro, con un presupuesto muy limitado, estas acciones son cruciales a la hora de avanzar y progresar”. “Los recursos a nivel local son escasos pero no por ello nuestro empeño desiste. Al contrario, luchamos cada día por acceder a convocatorias que nos permitan mejorar las condiciones de un municipio en el que vivir es un privilegio”.
Convencido del poder rural, Arenes considera que “el castillo es un emblema de nuestra fortaleza, un ejemplo de nuestra perseverancia”. “Aquí todos los días trabajamos para hacer frente a la despoblación, e intervenciones como esta demuestran cuál es nuestro espíritu”.
El castillo ha logrado recuperar sus cuatro lienzos, las almenas, el acceso principal y la antigua iglesia del periodo de la Reconquista, en el siglo XII, de acuerdo al plan director que ha guiado los trabajos en esta fortificación. “Ahora continuaremos los trabajos con esta subvención porque el objetivo es devolver la vida a este castillo y celebrar en él eventos de todo tipo que lo conviertan en un elemento de dinamización turística y motor de riqueza”. Porque tal y como manifiesta Arenes, “en la Villa de El Toro nunca paramos”.
