VALÈNCIA. Marta es profesora en un instituto en el centro de València. Este lunes retomaba las clases a las 10 de la mañana y, previendo el colapso que podría darse en la carretera, se dispuso a coger la lanzadera que une Picanya con València a las 07:30 de la mañana. "Espero llegar, es un trayecto que dura 13 minutos en metro, pero pensaba que iba a ser más puntual", comentaba a las 07:36, una hora después de que el primer bus saliera hacia la ciudad.
Ni ella ni las decenas de personas que esperaban desde antes del amanecer en la Rotonda dels Vents pensaban empezar la semana con una espera de más de tres horas en una cola que se hizo eterna, sumada a la incertidumbre de no disponer de información sobre el motivo del retraso. El autobús, que debía pasar cada media hora, inició su primer turno -con 40 minutos de retraso- con el recorrido anunciado por la Generalitat: una primera parada en la Creu Coberta, otra en Giorgeta, una tercera en Jesús y una última cercana a Plaza España.
Según explicaba el conductor, esta última parte de entrada en València es la que habría provocado todo el retraso, sumado al colapso por la vuelta al colegio de muchos niños y el intento de retorno a la normalidad de los ciudadanos. "Nos indigna que nadie haya venido a darnos una explicación después de horas esperando", señalaba María, quien terminó por llamar a la Policía Local en busca de información, mientras algunos ciudadanos decidieron emprender el camino andando hasta la entrada de la ciudad -lo que supone más de una hora hasta Vara de Quart- dado el frío y la incertidumbre. Otros, han optado por el autostop.
Estudiantes de instituto que esperaban estar a las 8 en clase y habían acudido a por el bus antes de las 7. Universitarios que querían llegar a Moncada o sanitarios que buscaban llegar a hospitales a trabajar. Multitud de ciudadanos que, mientras esperaban, vieron llegar a un bus lleno de militares que permanecía vacío durante más de media hora y al que se le preguntó si no podría acercar a la población a la ciudad. Finalmente, cuando llegadas las 10 apareció el bus, éste completó su trayecto menos de media hora, aunque decidió no realizar el recorrido completo y, tras la primera parada en la Creu Coberta, dio media vuelta hacia la localidad.
Hace dos semanas que la población perdía su conexión de transporte público con la ciudad tras arrasar la Dana las vías exteriores del metro y dejar desconectada toda la red de la línea de Torrent Avinguda. Aunque la pasada semana se reabría el servicio de tranvía, que sirve para recorrer la ciudad, era necesario establecer una la conexión con el área metropolitana y, para ello, la Generalitat habilitaba las mencionadas lanzaderas que, como se apuntaba, no empezaban la semana con buen pie. Un servicio que, si bien es cierto, ha sido más regular tras pasar la hora punta.
Unos problemas que no se han ocasionado únicamente en Picanya. La periodista Jessica Crespo apuntaba a los retrasos en Alcàsser, en una lanzadera que hace una parada previa en Picassent. "El autobús llevaba un retraso de algo más de una hora y, cuando hemos subido, a los 100 metros se ha averió", señala. Un imprevisto al parecer ocasionado por el peso del autobús, que iba a rebosar dada la espera, al igual que también ocurría en Picanya. "Des de les 8 del matí no passa cap bus per la parada de Riba-roja. La gent esperant i sense informació", señalaba en X la ex vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra a las 10 de la mañana.
"Lo que desespera no es que el autobús pueda tener un imprevisto, es que jueguen con nuestro tiempo y no nos den ningún tipo de información", insistían los usuarios, quienes tan solo piden que, prioritariamente, se les conecte con València y, una vez en la ciudad, ya abordarán la movilidad. No obstante, ésta también se ha visto comprometida debido a la reducción de servicios por la falta de metro.
A partir de este lunes, la Generalitat ponía en marcha un total de 19 líneas sustitutivas del servicio de Metrovalencia. Líneas para facilitar también la conectividad de municipios como Torrent, Llíria, Paterna o L'Eliana con València. La puesta en marcha de estas nuevas cuatro líneas de autobuses ha sido posible gracias al suministro de 40 autobuses de la Comunidad de Madrid y otros vehículos por parte de diferentes empresas de transporte para suplir la falta de servicio como Avanza o Monbús.