'Tributo a Benny Goodman', un disco del castellonense Chema Peñalver para recordar al mejor clarinetista que ha dado el jazz

CASTELLÓ. Chema Peñalver vuelve a escena. Lo hace en Valencia, concretamente en la Sala Rodrigo del Palau de la Música, para homenajear a Benny Goodman, quien es a su parecer "el clarinetista más popular que ha dado el jazz". El músico de Castelló se rendirá al estadounidense una vez más. Y sí, digo una vez más porque en 2008 ya le dedicó un disco, 'Tributo a Benny Goodman', que ha interpretado en un total de 28 ocasiones. 29 con esta. No en vano es su "trabajo preferido", trabajo que a las 20:00 de la tarde volverá a tocar. 

Actualmente, el clarinetista castellonense compagina su carrera musical con la docencia en la Universitat Jaume I, donde disfruta transmitiendo a sus alumnos "todos los conocimientos y experiencias adquiridas a lo largo de los años". Pues a Peñalver siempre le ha apasionado la docencia, hecho que nunca le ha impedido seguir mostrando al mundo su faceta artística. Para él, la música es importantísima muy importante en su vida, "primero porque me hace sentirme realizado, segundo porque el hecho presentar mis trabajos discográficos al público es muy agradable" reconoce. 

Por ello, rendirá tributo a Benny Goodman una vez más. El hombre que con su música le llevó a querer dedicarse "profesionalmente al jazz y al clarinete". Hombre que a su vez marcó un antes y un después en la historia del jazz, pues como narra el propio Peñalver, "fue capaz de absorber la tradición del viejo jazz de Nueva Orleans y refinarlo para el gran público. El resultado fue algo fuera de serie, tanto a nivel técnico como interpretativo". 

El virtuosismo del estadounidense llevó al de Castelló primero a inspirarse en él para, posteriormente, hacer suya su música. "El camino para inspirarte en un músico tiene dos partes. La primera es escucharlo mucho. La segunda es imitarlo, transcribirlo, estudiarlo y hacerlo tuyo. Hacerlo tuyo significa tocar algo parecido a lo que él toca, pero desde un enfoque personal, es decir, aportando algo de tu propia cosecha", explica el clarinetista.

De este proceso de escucha, aprendizaje e interpretación surgió en 2008 'Tributo a Benny Goodman', un disco en el que Peñalver, a sus 34 años, recreó la música producida por el clarinetista americano en torno a 1930 y 1940, pero "dotándola de un estilo más moderno y añadiéndole un poco improvisación propia", reconoce. Disco que hoy tocará de nuevo en Valencia, ciudad a la que para él "siempre es importante regresar", por ser en la que se formó mayoritariamente como músico y la que vio nacer en los estudios Milenia su tan apreciado trabajo. 

Parones técnicos para mantener la motivación 

Interpretar un álbum por vigésimo novena vez no es fácil. Mantener la motivación, tras 15 años caminando entre las mismas partituras, tampoco. Pues el tiempo pasa factura para todo y para todos. Por ello, Peñalver combate el desánimo propio del paso del tiempo con parones técnicos que dedica a la composición: "A mantener la motivación me ayudan los parones técnicos que hago para dedicarme a la composición. De estos parones siempre he vuelto con más fuerza y, en ocasiones, me han ayudado a sacar nuevos discos, a liberarme y a retomar con más fuerza la función de la interpretación".

De una de estas pausas surgió 'Sophisticated clarinet', un álbum grabado en 2019 que fue nominado a mejor disco de jazz en la III edición de los Premis Carles Santos y que obtuvo dos medallas de plata en los Global Music Awards. Un galardón que el clarinetista califica como "muy chulo", pues le reconocieron a la vez como intérprete y como compositor. Reconocimiento que a su vez le ayudó a "sentirme realizado, pues nunca he pensado en la fama y siempre en disfrutar de la interpretación y de la música en sí", sentencia. 

Sus próximos trabajos

Peñalver, a pesar de estar centrado en el presente (la inminencia de su concierto le obliga a ello), también mira a los ojos al futuro. El clarinetista ha comentado a Castellón Plaza que se encuentra en fase de composición, viendo qué se le ocurre, buscando regresar a su estilo más íntimo y personal para dedicar su música al cuarteto de jazz.

Durante la charla, tampoco ha escondido lo especial que es para él tocar en Castelló: "Primero porque es mi ciudad natal. Segundo porque aquí están mi familia y mis seres queridos. Siempre es muy grato interpretar delante de la gente que te aprecia, que valora tu trayectoria y que te ha visto crecer desde pequeñito". Para ello, tiempo habrá, pues ahora lo primero es homenajear de nuevo a Benny Goodman, el mejor clarinetista que ha dado el jazz.