Los principales distribuidores norteamericanos fueron agasajados en la pasada feria de Cevisama.CASTELLÓ. El departamento de Comercio de Estados Unidos pondrá en marcha a partir de la semana que viene nuevas restricciones a la llegada de baldosas cerámicas procedentes de China al aprobar, de manera provisional, medidas que supondrán la imposición de una tasa que gravará en un 103,7% a todos los productos azulejeros que lleguen del gigante asiático. Esta situación -que supone prácticamente casi el cierre de fronteras a los productos chinos- coloca a la cerámica española en una situación de privilegio para expandirse aún más en EEUU y lograr una buena porción de un mercado que consume 64,3 millones de azulejo de China, por valor de unos 483 millones de dólares al año.
La decisión viene motivada tras las denuncias de los fabricantes norteamericanos y la correspondiente apertura de una investigación que constate que el Gobierno chino subvenciona productos de su país que luego se envía a Estados Unidos. Hasta que se den las conclusiones definitivas, las medidas del departamento de Comercio norteamericano han asignado esta tasa preliminar de casi 103,7% a todas las importaciones chinas, con excepción de un 222,24% a una empresa asiática concreta, según señalaron este viernes fuentes de la patronal española Ascer.
Las medidas preliminares entran en vigor la semana que viene y, entretanto, el departamento de Comercio continuará con su investigación para emitir una resolución definitiva el próximo mes de enero; sin embargo, este plazo, según exponen fuentes de Ascer, podría prolongarse.
Tal como recuerda el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Baldosas Cerámicas (Ascer), Vicente Nomdedeu, a esta circunstancia -que favorecerá el posicionamiento a la marca Tile of Spain- se añade el proceso de antidumping abierto por la Administración Trump, "que sigue por buen camino y que cuando se resuelva supondrá unas tasas arancelarias definitivas que pueden variar del 80 al 150%", explica.
Nomdedeu detalla que hay dos procesos abiertos en Estados Unidos contra las importaciones de azulejo chino: uno motivado por la denuncia de que el Gobierno de Pekín subvenciona a sus empresas; y por otro lado, la investigación de dumping. En este ultimo aspecto, la denuncia no estriba en la sospecha de que el azulejo chino se esté comercializando por debajo de su valor real, de lo que se trata es de determinar que estos productos no se están vendiendo por debajo del precio que se da en su país de origen. Es decir, los productos chinos, en este caso, serían más caros en su país que en el exterior, además de que hay que determinar que la presencia de esta cerámica es un perjuicio a la industria local estadounidense. "Por eso -señala el presidente de la patronal- cuando a los productos españoles nos abren procesos antidumping lo ganamos todo, porque vendemos siempre más caro en los países de destino que en España, y porque demostramos que nuestra implantación en esos mercados no perjudica a la industria local", señala.
Según los cálculos de Ascer, la investigación antisubsidio -cuyos primeros efectos ya podrán verse a partir de la semana que viene- y las medidas preliminares antidumping -que en noviembre contarán con una resolución que conlleve aplicar aranceles del 100x100 a los productos chinos- podrán darse a partir de noviembre y extenderse hasta el próximo verano y, previsiblemente, más allá del 2020.
"Los clientes norteamericanos están buscando sucesor a sus actuales proveedores y uno de sus puntos de atención es España, de ahí las buenas expectativas que generan estas circunstancias en la industria nacional", concluye el presidente de Ascer.
