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derrota con claridad a la candidata demócrata kamala harris

Trump vuelve a la Casa Blanca

Foto: EFE/EPA/CJ GUNTHER
6/11/2024 - 

WHASINGTON.  El expresidente estadounidense Donald Trump vuelve a la Casa Blanca. El candidato republicano ha derrotado a la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris al imponerse en la mayoría de los siete estados considerados decisivos.

Confirmada la victoria republicana en Carolina del Norte -el único de los siete estados que ganó en 2020-, Georgia y Pensilvania, y con ventaja destacada en Michigan y Wisconsin, Trump no necesitaba esperar al resultado de los otros dos estados 'bisagra', Arizona y Nevada.

Un síntoma de que los demócratas dan por hecha la derrota es que poco antes de las 7 de la mañana, hora española, la candidatura anunciaba que Harris no comparecerá ante sus seguidores, que poco a poco empezaron a abandonar el lugar donde habían sido convocados para celebrar la victoria.

Este resultado significaría que, como ya ocurrió en 2016 cuando se enfrentó a Hillary Clinton, Trump volvería a impedir que una mujer alcanzara la Presidencia de los Estados Unidos. Al contrario de lo que ocurrió en 2016, cuando la candidata demócrata obtuvo tres millones de votos más que Trump, en este caso el Partido Republicano también aventaja a Harris en voto popular.

Campaña convulsa

Estados Unidos llegaba al 5 de noviembre tras una de las campañas electorales más convulsas de la historia reciente. En un inicio, el 'ticket' demócrata debían compartirlo Joe Biden y Harris, pero el mal desempeño del presidente en su debate televisado contra Trump -27 de junio- y una sucesión de errores reavivaron el debate sobre su avanzada edad y le forzaron a hacerse a un lado. Su figura parecía ya amortizada.

La 'número dos' tomó las riendas con el aval del presidente y sin primarias de por medio, una excepción que el Partido Demócrata intentó solventar con una conferencia nacional destinada a impulsar a Harris y a su nuevo compañero, Tim Walz, gobernador de Minesota.

La mera celebración de la convención permitió a la vicepresidenta dispararse en las encuestas, pero el desgaste de cuatro años en la Administración y la falta de ideas claras o cambios de opinión sobre ciertos temas ha lastrado su popularidad. Su esperanza pasa por atraer a los indecisos que no quieren otros cuatro años de Trump.

En el bando contrario al de Harris estaba Trump, que se presentó de nuevo a las primarias de los republicanos dispuesto a arrasar y sin un mínimo contrapeso dentro de su partido. Si hace ocho años los moderados intentaron pararle los pies en un primer momento, en 2024 ya todos parecían resignados a asumir lo que a todas luces parecía inevitable.

De hecho, a Trump no parece haberle pasado factura ni el asalto al Capitolio de enero de 2021, protagonizado por cientos de sus seguidores, ni los múltiples frentes judiciales que tiene abiertos. En mayo, se convirtió en el primer presidente condenado en Estados Unidos, por falsificar registros para comprar el silencio de una exactriz porno, Stormy Daniels, poco antes de los comicios de 2016.

Trump sobrevivió en campaña a un intento de asesinato del que salió herido: el 14 de julio, un individuo disparó en pleno mitin en Pensilvania antes de caer abatido por las fuerzas de seguridad. El candidato resultó herido en una oreja, mientras que un hombre que asistía al acto falleció, lo que desencadenó una ola de solidaridad y condena unánime en plena ola de polarización política.

A mediados de septiembre, el magnate volvió a ser víctima de otro intento de ataque en su propio club de golf en Florida, si bien la persona detenida no llegó a efectuar disparo alguno.

A partir del 20 de enero, cuando jure el cargo, Trump tendrá que lidiar con una economía aparentemente en auge pero que sigue preocupando a los ciudadanos. También la inmigración se ha colado entre las preocupaciones generales.

En materia social, Harris ha hecho especial hincapié en que con Trump en la Casa Blanca derechos de las mujeres como el del aborto estarán en peligro, advirtiendo de una tendencia de retroceso que ya comenzó con un dictamen del Tribunal Supremo en junio de 2022. Tener las riendas del país puede ser además clave para modificar el actual dominio conservador en el Alto Tribunal, ya que el futuro presidente tendrá previsiblemente margen para nombrar a algún magistrado.

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