CASTELLÓ. La conexión entre la industria y la academia, la extensión de la biodiversidad para la inducción de la resistencia de las plantas e incluso de los árboles, el aumento del conocimiento sobre Arabidopsis, así como el paso de un enfoque específico a uno no dirigido en biología de sistemas son algunas de las principales temáticas que han abordado los participantes en el Simposio Plant BioProTech & & IOBC-IR celebrado en la Universitat Jaume I de Castelló esta semana.
La investigadora del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa-CSIC) Ainhoa Martínez Medina, encargada de hacer la presentación de los temas más recurrentes del congreso, ha destacado la importancia de la conexión entre la industria y la academia: "El sector empresarial pide a la comunidad científica que comprenda cómo funcionan sus productos y esto nos ayuda a conocer más sobre la inducción a la resistencia y a resolver el problema del alta variabilidad cuando se aplican los compuestos".
"Ahora vemos muchos extractos de plantas, microbianos, volátiles y microbiomas gracias a la colaboración entre los dos ámbitos, y pasamos de las condiciones muy controladas a la aplicación en el campo, pero también al revés". Aunque la relación es buena, la investigadora opina que hay que trabajar más para favorecer la transición de la descripción a la validación y que estaría bien incluir este aspecto en próximas reuniones.
Martínez considera que se ha realizado un buen trabajo en la transmisión del conocimiento sobre Arabidopsis y que la experiencia podría ser trasladada a otras especies cómo el tomate o, incluso, los árboles, de los que han conocido también mecanismos epigenéticos. En su opinión, "hay que empezar a considerar también la biodiversidad como un factor clave para la inducción de la resistencia y el biocontrol", porque extendido a otros niveles tróficos podría complementarse con microbios beneficiosos u otros compuestos.
"Hemos pasado de un enfoque específico a un enfoque no dirigido en biología de sistemas para ver como está funcionando la resistencia inducida y el control biológico, lo que nos permite descubrir cada vez más procesos y nuevas moléculas que intervienen". La investigadora ha dejado para el final de su intervención un tema que ella considera importante: la interacción con otras especies, como por ejemplo los insectos, en concreto la impronta de la resistencia inducida por microbios en los insectos herbívoros.
La investigadora del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa-CSIC), Ainhoa Martínez Medina, estudia el uso de microorganismos beneficiosos para las plantas capaces de modular su sistema inmune e inducir su resistencia y ha conseguido hace unos meses una ERC Consolidator Grant de la Comisión Europea dotada con 2,5 millones de euros.