La nueva limitación de velocidad supone circular a 60 km/h en las vías urbanas de dos carriles. Fotos: Antonio PradasCASTELLÓ. Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea se han convertido, de un tiempo a esta parte, en un escaparate para la divulgación de bulos. De hecho, la difusión de fake news se ha agravado a raíz de la covid-19. Ninguna institución pública ni tampoco los medios de comunicación están exentos de ser utilizados para publicitar noticias falsas, que solo pretenden crear confusión y desconcierto en la ciudadanía, siempre con fines negativos.
El último engaño que corre como la pólvora por los grupos de WhatsApp desde la semana pasada se refiere a la instalación de cinco radares fijos para controlar la velocidad en distintas zonas de la ciudad. Esos supuestos puntos estáticos, a instancias de la Policía Local, se habrían colocado a raíz de la entrada en vigor de las nuevas normas de la Dirección General de Tráfico (DGT). En concreto, uno en la plaza Fadrell, frente a la Escuela de Artes y Oficios; otro en la avenida Pintor Oliet, delante de la estación Renfe, esquina con paseo Morella; el tercero, en la Cruz de los Caídos del parque Ribalta; el cuarto, en la calle Músico Pascual Asensio (detrás del Polideportivo, esquina en dirección València); y el último, en la avenida de Benicasim, justo enfrente del Hospital General.
Fuentes municipales aclaran que "el Ayuntamiento no ha instalado ningún radar en la ciudad en las ubicaciones que están circulando en diferentes mensajes ni tampoco tiene constancia de que la DGT los haya instalado". Desde los sindicatos policiales también se confirma la propagación del bulo. Además de recordar que no existen dispositivos estáticos en el casco urbano y semiurbano, advierten que la competencia sobre su ubicación recae siempre en el municipio, salvo que se trate de vías de ámbito autonómico o estatal. En consecuencia, "si se hubiesen puesto, lo sabríamos seguro, porque los habríamos colocado nosotros", indican desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
El mensaje falso con los hipotéticos emplazamientos ha llegado también a la esfera política. Este lunes, el principal partido de la oposición en el Ayuntamiento (PP) ha preguntado por la existencia de esos aparatos en la Comisión de Gobierno Interior, trasladando su preocupación por la expansión del mensaje en los últimos días.
Los cambios respecto a los límites de velocidad obedecen a las nuevas medidas de la DGT, activadas desde el pasado 11 de mayo. Las restricciones dependen del tipo de calle. En las que comportan calzada y acerca (entornos escolares) se puede circular como máximo a 20 km/h. Las vías de sentido único, el tope se establece en 30 km/h. Aquellas carreteras urbanas con dos carriles o más, el máximo permitido se sitúa en 50 km/h. En el anillo de circunvalación, con las distintas rondas, se pasa de los 80 km/h a los 60 km/h.
Las sustanciales variaciones pretenden disminuir, por un lado, la siniestralidad de los usuarios en las vías urbanas y, por otro, reducir el ruido y la contaminación en relación a la emisión de gases. Con ello, el principal objetivo estriba en contribuir a crear urbes más amables y sostenibles.
En el caso concreto de la capital de la Plana, cerca de un 80% de las calles (ocho de cada 10) se ven afectadas por la normativa de la Dirección General de Tráfico. Sin embargo, hasta no estén todas las señaléticas renovadas, la Policía Local no sancionará por circular a más velocidad de la permitida hasta la semana pasada. En el momento que la totalidad de los indicadores verticales muestren los nuevos límites, entonces se considerarán las modificaciones de velocidad ya válidas.
