CASTELLÓ. Nuevo caso de fraude en la venta de cítricos. Un negocio de Madrid, Gold Gourmet, ubicado en el que se autodenomina el "centro de ocio gastronómico más grande de Europa", Platea Madrid, en la misma plaza de Colón de la capital estatal, vende naranjas sudafricanas, importadas por el gigante Fontestad, como si fueran de "Levante".
El caso podría haber pasado desapercibido (excepto para cualquiera que trabaje en el sector) de no ser porque las mandarinas son de la variedad orri, totalmente fuera de temporada en el hemisferio norte y en plena producción en la mitad sur del Planeta.
El precio de la fruta tampoco facilita que pase inadvertida. Prácticamente 5 euros por un kilo de mandarinas híbridas que, en su cotización en el campo en el periodo de recolección en la Comunitat Valenciana, se mueve en torno a un euro.
La operación vuelve a demostrar cómo los principales operadores citrícolas valencianos importan fruta de Sudáfrica y los comercios la venden coincidiendo con variedades autóctonas, eso sí, menos apreciadas. Todo, en el inicio de una nueva campaña citrícola clave para el campo y el sector de la Comunitat.