CASTELLÓN. El pobre desempeño del Castellón en su visita a Badalona marcó un antes y un después en su propuesta de juego y en el once inicial. Tras ese encuentro, el técnico albinegro, David Gutiérrez, inició una pequeña revolución en su propuesta de juego con un cambio de sistema, pasando de jugar con tres medios defensivos y un delantero a emplear el clásico 4-4-2. Y el equipo mejoró, aunque tardó en conseguir su primera victoria.
El nuevo dibujo táctico contó con un protagonista hasta entonces secundario: Kilian Morante. El alicantino pasó a ser titular indiscutible y fue de los mejores en cada partido disputado por el equipo orellut, marcando en los dos últimos, frente al Olot y el Alcoyano. Todo empezó ante el Lleida, en un partido que los albinegros perdieron, pero ofreciendo una imagen más alentadora que en jornadas anteriores. “Ese día dimos un cambio de chip y seguimos así hasta que por fin pudimos ganar al Alcoyano. Yo siempre estoy preparado para cuando el mister quiera contar conmigo. Cada vez que salgo al campo intento demostrar quién soy y para qué me han fichado”, afirma el joven futbolista.
Desde el partido frente al Lleida, el entrenador del Castellón ha mantenido un once continuista donde solo las lesiones y las sanciones han alterado su composición. La presencia de dos delanteros en el equipo ha beneficiado a David Cubillas, hasta entonces suplente. El castellonense ha correspondido la confianza del técnico con buenas actuaciones y hoy es más indiscutible aún debido a la lesión de Máyor.
Otro jugador que simboliza el cambio de dinámica es Joseba Muguruza. Suplente durante varias jornadas debido a su irregularidad, entró en el terreno de juego ante el Alcoyano para sustituir al lesionado José Carlos y cambió el rumbo del partido. El guipuzcoano ha vuelto a ganarse la titularidad.
Estas variaciones han sentado las bases de la reacción del Castellón, que por fin cuenta con una victoria en su haber. Ante el Ejea toca refrendar esta nueva tendencia.