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Un grauero, en la aventura que busca domar al Everest en invierno

26/12/2019 - 

CASTELLÓ. José Manuel Zapata es un grauero que ama la montaña. Tanto que está a punto de emprender una aventura, la que llevará, a principios de febrero, a una expedición española a intentar conquistar el monte Everest en invierno. Al frente de esta aventura estará el reconocido himalayista Alex Txikon, en lo que será su tercer intento por alcanzar la cumbre de la montaña más alta del mundo. 

Como en las otras dos ocasiones lo intentará fuera de los meses más propicios para ello (los de verano, especialmente abril y mayo -antes del monzón- y septiembre y octubre). Y como preparación buscarán también hacer cumbre en una de las consideradas montañas más bonitas del mundo: el Ama Dablam, o el collar de la madre y de la perla, el nombre con el que la describen los habitantes de Nepal. 

Alex Txikon, en la última expedición al Everest

Aunque no se encuentra entre las montañas más altas del Himalaya, sus 6.812 metros componen una de las estampas más atractivas de las cercanías del Everest. Considerada por muchos alpinistas como una de las tres cimas más bonitas (junto al Cervino, en los Alpes, y al Alpamayo, en los Andes), Zapata, junto con Txikon y el resto de aventureros, intentarán, por primera vez en el caso de una expedición española, alcanzar su cima en invierno. 

"El Ama Dablam es una de esas montañas que todo montañero quiere escalar", afirma el grauero, que parte el próximo día 9 de enero hacia el Himalaya como integrante del Club de Montaña Meridiano 0. Tras una época delicada en lo personal, para él supone todo un reto: "Para mí es como demostrar la capacidad de las personas para superar las adversidades". 

Dos semanas de aclimatación

Tras el preceptivo trekking por el Himalaya, la expedición espera llegar al campo base del Ama Dablam el día 15 de enero. A partir de ahí, estarán 15 días en el campo base para aclimatarse, en los que se dedicarán además a equipar la ruta con cuerdas nuevas y a elaborar "un mapa en 3D de la montaña, mediante el uso de drones". 

El monte Ama Dablam

Desde ahí lanzarán el asalto a la cumbre, para la que pasarán la última noche en un campo a 6.100 metros, justo debajo y a la derecha del glaciar colgante (Dablam). Esto ya de por sí supone todo un reto, debido a la altura. "No duermes, porque te falta oxígeno en la sangre", recuerda de sus experiencias previas Zapata. 

Y es que, aunque será su primera experiencia en el Himalaya, no es la primera vez que Zapata afronta una altura que roza los 7.000 metros. Además de haber subido la montaña más alta de Sudamérica, el Aconcagua, con 6.962 metros de altura, en sus dos viajes a Perú ha culminado otros varios seismiles; y ha subido cuatro de las cinco cumbres más altas de África. 

En alguna de ellas, como el Monte Kenia, también ha realizado escalada en grandes paredes, concretamente en su cara norte, con una caída vertical de más de mil metros. Y es que este grauero, con 30 años de experiencia en la montaña a sus espaldas, proviene fundamentalmente de la escalada. Este mismo verano ha disfrutado de su pasión en la Devil Tower, en los Estados Unidos, y años atrás visitó otro de los espacios míticos de este deporte de riesgo en el continente americano, el Parque Nacional de Yosemite. 

Con un mito de la montaña

Ahora, a punto de partir hacia el mítico Valle del Khumbu, en Nepal, Zapata lo hará orgulloso de acompañar a uno de los referentes de la montaña en el panorama estatal. Alex Txikon, en su día cámara del programa Al filo de lo imposible, ha culminado once de los catorce ochomiles del mundo "y los demás no los ha hecho porque busca nuevos retos, afrontándolos en la época invernal", apunta el grauero. Así, consiguió ser la primera persona de ascender el Nanga Parbat en invierno, logro que quiere repetir con el Everest.

Ambos han trabado una buena amistad a partir de la reciente visita del vasco a Castellón, en el marco de la Setmana de Cinema de Muntanya que organiza Zapata, celebrada del 4 al 8 de noviembre pasados. De ahí surgió la posibilidad del viaje, acerca del cual el castellonense no dudó ni un momento: "Alex me invitó a ir con él, me preguntó si quería formar parte de su equipo para la aclimatación en Ama Dablam; y eso es todo un lujo para mi".

En la expedición que intentará hacer cumbre en el Everest también viajará Ramón Portilla, otro referente nacional en el montañismo y miembro durante muchos años del equipo de Al filo de lo imposible.

Ni tan solo le queda la pena de poder afrontar el Everest, un reto para el que hace falta un gran soporte económico (el permiso del Gobierno para ascender cuesta 12.000 euros) y una preparación adecuada. "No me veo haciendo ochomiles" -reconoce Zapata-; por dinero y tiempo, es un negocio demasiado caro y que te pide dos meses en la montaña, y teniendo una pequeña empresa, Toldos la Plana, ya es un lujo poder irme un mes gracias al equipo de personas que trabaja conmigo". Eso sí, no esconde que sí le hubiera gustado haber ayudado en los porteos al campo base de la cumbre más alta del mundo, algo también imposible sin el permiso anterior. 

Eso sí, el mes en el Himalaya, y el orgullo de haber participado en la organización de una de las pocas expediciones anuales españolas a la montaña más alta del mundo y su entorno, no se lo va a quitar nadie. 

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